En 1955, el DS Tiburón suscitó asombro y admiración. No solo por su diseño visionario y escultural, sino también por su tecnología de vanguardia. Décadas después, su suspensión hidroneumática, que le aseguraba un comportamiento en ruta y un confort inigualables, sigue grabada en el imaginario colectivo. La suspensión hidroneumática nació gracias de un inventor autodidacta,
En 1955, el DS Tiburón suscitó asombro y admiración. No solo por su diseño visionario y escultural, sino también por su tecnología de vanguardia. Décadas después, su suspensión hidroneumática, que le aseguraba un comportamiento en ruta y un confort inigualables, sigue grabada en el imaginario colectivo.
La suspensión hidroneumática nació gracias de un inventor autodidacta, Paul Magès, especializado en sistemas de frenado y de unión al suelo. Gracias a una bomba de presión impulsada por el motor y al líquido hidráulico permitía regular la altura del auto y mantenerla constante independientemente de la carga. Una ventaja que se concretaba de manera evidente en todo tipo de superficies.
La suspensión hidroneumática se basa en la sustitución de los tradicionales muelles de amortiguación por esferas, cuya parte superior contiene un gas, en este caso nitrógeno, que asegura la flexibilidad de la suspensión, teniendo en cuenta los movimientos de las ruedas provocados por las irregularidades del firme.
Este dispositivo dio al DS una ventaja considerable sobre sus competidores de la época, al ofrecer un comportamiento en ruta y un confort excepcionales. Una exclusividad que también aportaba su innovadora dirección asistida. Su tecnología y su precisión eran sorprendentemente modernas para la época y siguen siendo comparables a las direcciones asistidas que vemos en los automóviles actuales.
Con el relanzamiento de DS Automobiles como constructor de automóviles independiente en 2014, la unión al suelo tomó una importancia capital en la definición de una identidad de marca que reivindica tanto el legado del lujo francés como el espíritu de un automóvil mítico por su diseño, sus avances técnicos y por su comportamiento en ruta.
El DS 5, primer modelo de la nueva era de la marca, incorporó la tecnología PLV (preloaded linear valve) en sus amortiguadores, para limitar los efectos de los cambios bruscos de pendiente y asegurar una curva de amortiguación más lineal. Paralelamente, se aumentó el tiempo de compresión para que el DS 5 absorbiera mejor las irregularidades del asfalto, al tiempo que se le proporcionaba un mayor confort vibratorio, pues se generaba a una reducción considerable de los ruidos de percusión. La gama actual de DS Automobiles tiene en la DS Active Scan Suspension, que equipa los DS 4, DS 7 y DS 9, como uno sus principales equipamientos distintivos.
La anticipación es la cualidad que mejor define a la DS Active Scan Suspension. En vez de recurrir a una bola de cristal, este sistema de unión al suelo cuenta con una cámara, situada detrás del parabrisas, y con cuatro sensores que miden la estabilidad de la carrocería y tres acelerómetros analizan el estado de la ruta y las reacciones del vehículo, teniendo en cuenta parámetros como la velocidad, el ángulo del volante y frenado.
Las imágenes y los datos se transmiten en tiempo real a un ordenador, que actúa sobre cada una de las ruedas de manera independiente, adaptando la dureza de la suspensión a las circunstancias de cada momento, haciendo que la suspensión sea más firme o flexible. La capacidad de reacción y la precisión se suman al placer de conducir un SUV o una berlina excepcionales. El viaje a bordo de un DS se traduce en una nueva dimensión de bienestar para todos los pasajeros, un renovado concepto del placer de conducción para el conductor y un incremento de la seguridad a bordo.
Además de asegurar un nivel de confort destacable, la DS Active Scan Suspension desempeña un papel crucial en los automóviles híbridos enchufables de la marca. Al volante, ofrecen hasta cinco modos de conducción, que pueden elegirse en función de las circunstancias o las preferencias de cada momento. Para momentos en los que se busquen sensaciones deportivas, el modo “Sport” optimiza la potencia y el placer de conducir, con la suspensión como elemento clave. En el modo “Confort”, el sistema DS Active Scan Suspension ajusta la unión al suelo en función de las imperfecciones de la ruta, obteniendo un confort excepcional durante los trayectos.
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