Bajo el emblema de la solidaridad y la alegría el Kawa Club llevó a cabo una edición de su tradicional “Caravana Solidaria” para celebrar el Día del Niño. Este evento, que celebra su 17º aniversario, es organizado por la agrupación de motociclistas Kawa Club con el respaldo de Kawasaki Argentina y otras empresas colaboradoras que se unen con un objetivo común de dar vida a esta noble iniciativa.

En la mañana soleada del domingo 20 de agosto, una impresionante congregación de más de 4.000 motociclistas se embarcó en un viaje conjunto por las calles de la Ciudad de Buenos Aires. Su misión: llevar regalos y alegría a los pequeños valientes que se encuentran en los hospitales pediátricos Garrahan, Elizalde, Sbarra, Gutiérrez, Maternidad Sarda, Sor María Ludovica de La Plata y Hospital de Niños de San Justo. Este gesto lleno de amor y solidaridad permitió que cientos de niños disfrutaran de un día especial, colmado de juguetes y el cariño emanado por la comunidad de apasionados motociclistas del Kawa Club.

La convocatoria estuvo abierta a todos aquellos amantes de las dos ruedas que deseaban ser parte de esta noble causa, independientemente de la marca y el tipo o la cilindrada de su moto. Siguiendo estrictamente las pautas de seguridad establecidas por el Gobierno de la Ciudad, muchos participantes, como ya es tradición, lucieron disfraces de diversos personajes populares, convirtiendo cada visita en una experiencia entretenida y especial para los pequeños pacientes.

La acción solidaria tuvo su punto de partida entre las 9 y las 10 de la mañana, cuando los motociclistas se reunieron en la intersección de la Av. Del Libertador y Av. Dorrego, frente al Campo Argentino de Polo, para dar inicio a su recorrido solidario.

El impacto de esta caravana fue más allá de lo previsto, atrayendo la atención de diversos medios de comunicación que se hicieron presentes para cubrir el evento. La comunidad unió fuerzas y reunió más de 10.000 juguetes, destinados a llevar una sonrisa a los niños necesitados. Esta actividad solidaria, que brota de la generosidad de un grupo de entusiastas de la marca, se distingue por su singularidad en la región, demostrando cómo la pasión por las motos puede transformarse en un poderoso motor de bondad y amor hacia los más vulnerables.