DISEÑO/ESTILO
Desarrollada por GM Daewoo en Corea con una nueva plataforma que serviría también para otros modelos del grupo, la Captiva de 2007 (a la Argentina llegó al año siguiente) respetaba a rajatabla el planteo del prototipo S3X Concept de 2004.

Hoy, la nueva edición deja atrás aquellas suaves líneas del frontal que identificaban a los Chevrolet de anterior generación. Ahora muestra el nuevo estilo global de la marca, con una enorme parrilla dividida por un listón donde se apoya el moño dorado.

Además son nuevas las ópticas, el paragolpes, el capot y los guardabarros. Los cambios le sientan muy bien a la Captiva, cuya imagen ahora es más agresiva y deportiva, un “look” acentuado por las nuevas llantas de 18 pulgadas, exclusivas de esta versión LTZ.

INTERIOR/CONFORT
El interior, si bien muestra algunos cambios, mantiene su estilo. Con nuevos materiales, la calidad de los mismos y su armado no dan lugar a la crítica. El tablero de instrumentos adoptó nuevo diseño en su serigrafía, con caracteres bien legibles, mientras que la consola central ofrece novedades en su sector superior, con el conocido display digital y renovados comandos.

Con capacidad para siete plazas, la Captiva se beneficia con el sistema Flex7, que agrega dos asientos adicionales en una tercera fila que se pueden plegar y esconder fácilmente bajo el piso del baúl cuando no se usan. Por el escaso espacio allí disponible, están pensados para niños.

El asiento trasero (segunda fila) en cambio ofrece lugar de sobra, tiene respaldos reclinables y se puede plegar para mejorar el paso a la comentada tercera fila. El baúl, en configuración de cinco plazas, ofrece un más que adecuado volumen de 477 litros.

Una cómoda posición de manejo es fácil de lograr gracias a las múltiples regulaciones de la butaca del conductor (eléctrica) y del volante. Los tapizados son de cuero ecológico de tonos claros y se destaca una buena insonorización general del habitáculo. El climatizador, de una vía y sin salidas traseras, es un poco limitado para un vehículo con este volumen interior.

La versión LTZ tiene el equipamiento más alto de la gama, que sin descollar ofrece techo corredizo eléctrico, control de velocidad crucero, sensores de lluvia y estacionamiento, butaca del conductor con regulación eléctrica, volante multifunción, freno de estacionamiento eléctrico (otra de las novedades de esta Captiva 2012), alarma, llantas de aleación de 18 pulgadas (en el resto de las versiones son de 17 pulgadas) y ganchos Isofix, como lo más sobresaliente.

Podría contar con, por ejemplo, sensores de estacionamiento delantero y navegador satelital, accesorios que ya están presentes en vehículos más económicos. Tampoco le sentaría mal un sistema multimedia para entretener a los pasajeros traseros.

MOTOR/PRESTACIONES
De impecable funcionamiento y con muy baja sonoridad, el nuevo diésel 2.2/16v con inyección common rail, turbo, intercooler y 184 caballos, supera en todo sentido al anterior 2.0 (150 CV).

Vivaz desde la zona baja del cuentavueltas –gracias a su generoso torque de 40 kgm–, aprovecha las acertadas relaciones de la nueva caja automática de seis marchas con mando secuencial para conseguir respetables prestaciones, con un “cero a cien” resuelto en sólo 10,5 segundos, además de contar con consumos contenidos, con un promedio cercano a los 10 litros cada 100 kilómetros.

Lo importante es que se puede viajar a buena velocidad con el motor muy “relajado” en 6ª marcha y aprovechando la extensa autonomía que provee el tanque de 65 litros. A diferencia del anterior, GM recomienda alimentarlo sólo con gasoil Premium de bajo contenido de azufre.

COMPORTAMIENTO
Ideal para el manejo urbano y para encarar viajes largos, es confortable en la jungla de cemento y segura en condiciones ruteras, donde si bien no es de las más ágiles, resuelve con solvencia cualquier tipo de curvas (mostrando leves inclinaciones en las más exigidas). Manifiesta una correcta estabilidad, lograda en gran parte al doble esquema independiente, y a la acción del siempre urgente control de estabilidad.

En cuanto a su desempeño off road, si bien cuenta con tracción integral permanente e inteligente (reparte la fuerza a las ruedas según las condiciones del camino), no dispone de caja reductora ni bloqueos de diferencial (son los frenos los que limitan parcialmente algunos patinamientos).

Y si a eso se le suma el acotado despeje delantero (uno de los defectos de la nueva trompa) y los neumáticos ruteros, la Captiva sólo podrá hacerle frente a algún que otro médano –aprovechando además el control electrónico de descensos– o a los caminos con barro no muy denso.

SEGURIDAD
Este es un ítem contradictorio para la Captiva, ya que entre los pros sumó a su variante full (LTZ) los bienvenidos controles de tracción y estabilidad, pero por otro lado sólo dispone de dos airbags, una característica inadmisible en un vehículo de este precio.

Sin embargo, GM promete que próximamente llegarán las unidades con airbags laterales y de cortina, momentáneamente no ofrecidas por falta de stock. Completan el rubro los mencionados controles, de eficiente funcionamiento, y los frenos con ABS, que no convencen por las cifras algo extensas (de 100 km/h a 0 en 44,5 metros) a la hora de detener este SUV de casi dos toneladas de peso.

PRECIO/COMPETENCIA
Aunque la gama arranca en 164.600 pesos (hasta el 31 de diciembre), la Captiva LTZ evaluada por AutoWeb se ofrece a 248.900, o bien unos 58.000 dólares.

El valor, teniendo en cuenta algunos faltantes, es un poco elevado. Su rival directa, por características mecánicas y capacidad para siete plazas, es la Hyundai Santa Fe, que con un rico equipamiento de confort y seguridad se ofrece a 57.500 dólares, unos 245.000 pesos al cambio actual. La garantía es de tres años ó 100.000 kilómetros.