La intención de FCA de producir una nueva familia de motores turbo en la región recayó en la planta brasileña de Betim. La histórica fábrica fue elegida, entre otras, por sobre la de Ferreyra, que en algún momento también fue señalada como una opción.

Los motores, que llegarían a comienzos de 2021, serán parte de la familia Firefly (que hoy abastece al Uno, Argo y Cronos en su versión aspirada), pero con turbo e inyección directa. La cilindrada será de 1.0 y 1.3 litros, con tres y cuatro cilindros, respectivamente.

Se espera que el primero reemplace a los veteranos 1.6 y 1.8 E.torQ presentes en Strada, Argo, Cronos, Renegade y Toro, con una potencia estimada en 130 CV. El segundo podría equipar a la Compass, como sustituto del 2.4 Tigershark, y a versiones más potentes de los anteriores ejemplos, con unos 180 caballos.

Las inversiones también prometen la llegada de nuevos modelos. Entre Betim y Pernambuco, Fiat producirá 25 nuevos modelos hasta 2023 entre renovaciones y estrenos.

Entre ellos se anotan cuatro nuevos SUV (un Fiat del segmento B y otro derivado de la Toro y un Jeep del segmento A y otro con siete plazas), la nueva Strada, la nueva generación del Uno, la renovación del Renegade y probablemente la pick up mediana con marca Ram.