En la década del setenta, Peugeot vivía tiempos agitados. La crisis del petróleo y la no tan exitosa adquisición de Citroën y la rama europea de Chrysler, la tenían en aprietos.

Para colmo, el 104, su modelo más pequeño, no le había hecho sombra al Renault 5, lanzados ambos en 1972. Y le buscaba un reemplazo que reactivara a la compañía.

Así, en 1977, nació el proyecto M24. Por el diseño compitieron el centro de estilo de la marca y Pininfarina, que venía de realizar varios modelos exitosos para la empresa.

Los primeros prototipos, a cargo del afamado diseñador, se basaron en la plataforma del 104, y mantenían varias de sus líneas, con trazos rectangulares, junto a otras cosas vistas en el 505, como los grandes faros delanteros o las manijas de puertas.

Con algunas críticas, el diseño se fue redondeando en varios sectores y el M24 empezó a mostrar algunas líneas más cercanas a las que tuvo el modelo de producción.

Pero el centro de estilo de La Garenne de Peugeot también tenía su diseño preparado. En la foto de abajo vemos como el de Pininfarina fue enfrentado con el que se realizó puertas adentro, que ya mostraba la curva final de la ventanilla trasera.

Ese prototipo tenía una característica muy particular más allá del ventilete delantero. Poseía una puerta de un costado y dos del otro, algo que se nota en en parante central del acompañante. 
Otra propuesta quitó el ventilete y enrocó el diseño asimétrico, con dos puertas del lado del conductor y una del lado del acompañante.
 
A comienzos de 1980, el diseño de Gerald Welter, sumado al interior de Paul Bracq, se impusieron para darle el trazo definitivo al M24. Esta es la maqueta que resultó ganadora.
Y este el diseño casi definitivo, durante las pruebas de confiabilidad.

Finalmente, el modelo llegó a las calles a inicios de 1983.