Esta semana tuvo sede en Brasil el Encuentro de la Industria de Autopartes, realizado por Sindipecas, con la participación de 500 empresas del sector.

Allí, la Asociación de Fabricantes de Componentes de Argentina expuso el duro momento que vive el sector en nuestro país, a través de su presidente, Raúl Amil.

En una nota publicada por Automotive Bussines de Brasil, se destacan algunos de los datos que preocupan a AFAC, como la baja participación que tienen las autopartistas locales a las 12 terminales que producen en la Argentina, con componentes, en su mayoría, de bajo valor.

La Argentina es el cuarto productor mundial de pick ups (luego de China, Estados Unidos y Tailandia), pero la escala sigue siendo baja y apenas Toyota se eleva por sobre las 100.000 unidades producidas.

“El alto nivel de importación es una barrera logística para el aumento de la producción nacional de vehículos”, señaló Amil, quien pronosticó que “si Argentina no mejora sus condiciones competitivas, no conseguirá globalizarse”.

En 2012, con una producción que alcanzó las 829 mil unidades, el déficit de la balanza comercial de autopartes argentina fue de 7.200 millones de dólares, valor que aumentó a 7.400 millones en 2018, cuando la producción fue de 467 mil unidades, casi la mitad.

Esta desnacionalización en las autopartes golepa a los casi 450 fabricantes de piezas, de los que tan solo 153 son proveedores directos.

Otra cifra que preocupa es que apenas 27 son proveedores de más de seis de las 12 terminales radicadas en el país, mientras que 43 abastecen, como mucho, a dos fabricantes.