Luego de ser toscos todo terrenos, los SUV mutaron hacia un diseño más relacionado con el de las berlinas, con suaves formas y un aspecto denominado crossover.

Pero como pasa en casi todo, la multiplicidad de oferta permitió un regreso a las bases. Con el éxito de Jeep, muchos están viendo con buenos ojos ofrecer en su gama algo más campero que lo que tienen en la gama.

Allí aparece este nuevo GLB de Mercedes, con un tamaño similar al del GLC, pero con un diseño que lo emparenta con el antiguo GLK y el clásico Clase G.

Por supuesto, cuando llegue a la producción, dejará de lado esas enormes ruedas todo terreno, los aditamente del techo y el interior forrado en cuero, pero mantendrá esa imagen bien off road.

Otra novedad del GLB es que ofrece siete plazas en su interior gracias a una distancia entre ejes aumentada con respecto al Clase B en 11 centímetros (llega a 4,63 metros de largo). Comparte su plataforma con el monovolumen y también toda la familia del Clase A.

El motor es un 2.0 turbo de 224 CV, acompañado por la caja automática de ocho marcha y la tracción integral, que ofrece a través de tres programas distintos grados de reparto del par entre los ejes.

El interior es muy similar a lo que Mercedes viene aplicando en todos sus modelos, con el instrumental haciendo juego con la pantalla táctil de la consola.

Se espera que el nuevo GLB llegue a los mercados a partir del año próximo. Se fabricará en China y México, lo que alienta un pronto arribo a la Argentina, con arancel preferencial.