Tras una inversión de casi 500 millones de dólares, Nissan inició la producción de la nueva generación del Kicks en la planta que posee en Rio de Janeiro.

Nissan contrató a 400 empleados para la fabricación de este nuevo modelo que convivirá con el actual Kicks, que hace poco pasó a llamarse Kicks Play para convivir sin problemas (ver más).

Sin embargo, la marca confirmó que luego de este Kicks habrá un nuevo SUV producido en Resende, que sería una actualización mucho más profunda del actual Kicks, la cual debería frecibir un nuevo nombre (ver más).

La fábrica también comenzará a producir un nuevo motor turbo, que sería una adaptación del 1.0 que Renault produce en Curitiba y que alimenta al Kardian. Este motor será el encargado de mover al nuevo Kicks.

Para adaptarse a estas mejoras, Resende sumó 98 robots en la línea de producción y 297 nuevas estaciones de trabajo, además de 29 vehículos de guiado automático que se suman a los 173 existentes.

Nissan no mencionó a cuántos países será exportado el Kicks brasileño (ya se hace en México), pero se estima que este mismo año el modelo llegue a nuestro mercado proveniente de allí.