La nueva moto on/off de Honda sumó una importante cantidad de mejoras que van más allá de la cilindrada. Repasamos cada una.
Honda presentó ayer la nueva generación de Tornado, la XR300L, que reemplaza a la XR250 (ver más). Hay cambios de diseño, motorización y demás elementos mecánicos.
Para entrar en más detalles, charlamos con Rodrigo Baltasar, ejecutivo de ventas y especialista en producto, sobre todos esos cambios que recibió la moto que Honda arma en la planta de Campana.
Con un chasis rediseñado, la estética sumó algunos cambios, pero manteniendo el característico diseño de flecha. El tablero es nuevo e incorporó, entre otras informaciones, el nivel de combustible.
También debuta el faro full led que mejora la iluminación, mientras que la posición de manejo, si bien sigue siendo prácticamente la misma, es 10 mm más alta que en la XR250.
En la motorización, los cambios son, además del aumento de la cilindrada (de 249 a 294 CV), el debut de la inyección electrónica, que logra un aumento del 20% tanto en la potencia (ahora 24 CV) y torque (26 Nm).
El aumento de cilindrada se debió a un pedido de la clientela, pero según Baltasar, el aumento de consumo es menor al de la cilindrada, gracias a un conjunto más eficiente que eleva la autonomía, algo que también mejoró gracias a un nuevo tanque, con casi dos litros más de capacidad.
El motor es mono árbol, lo que se traduce en un menor número de piezas en movimiento. Además, se mejoró el tren de válvulas para tener un mantenimiento más espaciado. En lo mecánico también suma bujías de iridio y embrague antirebote (se mantiene la caja de seis marchas)
La suspensión delantera es la misma, pero en el tren anterior se aumentó el diámetro disco de freno. En el trasero, la XR30L sumó el freno a disco y en ambos trenes se incorporó el ABS, otro de los grandes reclamos que se le hacía al modelo anterior.
Atrás se mejoró el ajuste a la hora de tensar la cadena y también se rediseñaron el basculante (con nueva geometría), la bieleta y el amortiguador.
Este último regula la precarga en siete posiciones (antes solo tres) y la operación es mucho más sencilla, con una herramienta incluida en la moto, sin tener la necesidad (como antes) de desarmar el asiento. La suma de niveles no solo mejora el rendimiento fuera de ruta, sino que también suma confort a la hora del uso en ciudad o caminos asfaltados.
En cuanto a colores, se mantienen el blanco y el rojo, pero el negro fue reemplazado por el gris que está tan de moda en los autos. Por último, el precio: la XR250 aún figura en la página de Honda a 7.523.200 pesos, mientras que la nueva XR300L cuesta 8.882.000 pesos.
Para todos los usuarios que quieran probar todas estos cambios, habrá test drive en toda la red de concesionarios a partir de fines de noviembre.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *