El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones las incluyó en el sector de tecnología. Qué requisitos deberán cumplir para acceder a los beneficios.
El Gobierno Nacional reglamentó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, conocido como RIGI, que incluye “ciertos incentivos, estabilidad, seguridad jurídica y un sistema eficiente de protección de derechos adquiridos a su amparo“.
Las automotrices se encolumnaron en el denominado Sector de tecnología, que abarca las actividades de producción de bienes y servicios tecnológicos, gracias a las “nuevas tecnologías de motorización”.
De esta manera, se sobreentiende que solo tendrán los beneficios del RIGI aquellos proyectos que incluyan alguna motorización híbrida o eléctrica (como se rumorea tendrán en el futuro las Toyota Hilux, Ford Ranger o Renault Nigara, pero no las pick ups de Stellantis que se harán en Córdoba).
Cuando se comenzó a negociar los alcances del RIGI, hubo varias automotrices que no estuvieron de acuerdo, ya que el régimen facilitaría el arribo de compañías chinas, algo que ya puso en vilo a las industrias europea y norteamericana, que tuvieron que recurrir a elevados aranceles para detener el ingreso de vehículos de ese país.
Sin embargo, entre las automotrices locales primó el consenso por incluir a nuestra industria más allá de los peligros de abrir la puerta a inversiones de origen chino.
Un régimen similar, el Mover, produjo numerosas inversiones chinas en Brasil (con el desembarco de GWM y ByD, por ejemplo), pero también provocó el anuncio de grandes desembolsos por parte de las automotrices tradicionales, como Stelllantis, Toyota, Volkswagen, General Motors o Renault.
Veremos ahora si este nuevo régimen provoca el arribo de nuevas inversiones por parte de las automotrices, tanto las que ya operan en nuestro mercado, como de las que están mirando al mercado sudamericano con buenos ojos.
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