Es un SUV eléctrico con algunos guiños en su diseño con la coupé de los setenta y ochenta. Utiliza una plataforma de VW como el Explorer.
La costumbre de Ford de recuperar viejas denominaciones no se detiene. Lo hizo con Puma en 2019, con Bronco en 2020 y con Maverick en 2021.
Estos regresos no estuvieron exentos de polémicas, ya que salvo el Bronco, los otros dos poco y nada tenían que ver con el nuevo modelo: Puma había sido un deportivo de bolsillo y Maverick una berlina, aunque luego el nombre se sirvió para bautizar un par de SUV.
Los otros dos eléctricos también recurrieron a nombres que llamaron la atención. El primero adoptó el de Mustang (con el complemento Mach-E), lo que enfureció a los fanáticos del pony car. El segundo se llamó Explorer, pese a que el nombre sigue siendo utilizado en un SUV de mayor tamaño no Norteamérica.
Ahora el elegido es Capri, que fuera un deportivo vendido entre 1967 y 1986 en dos generaciones y que regresa para convertirse en el tercer SUV eléctrico de la marca.
Los guiños al modelo original pueden verse en el formato del capot y la línea de cintura, que remata la ventanilla posterior con una curva muy similar a la de la coupé.
El interior muestra una pantalla táctil vertical de 15″ y muchos portaobjetos, como una consola entre asientos con 17 litros de capacidad. El baúl ofrece 570 litros.
El Capri SUV mide 4,63 metros de largo, 17 cm más que el Explorer, con el cual comparte la plataforma MEB de Volkswagen. Hay neumáticos de 19 o 21 pulgadas.
La gama ofrecerá dos versiones, una con un motor, tracción delantera, 286 CV, 545 Nm y 627 km de autonomía y otra con dos motores, tracción integral, 340 CV, 689 Nm y 592 km de rango.
1 comment
1 Comment
Andrés
10 julio, 2024, 11:17 amPolestar 2 by Ford… 🤦🏻♂️
REPLY