Dos vehículos muy económicos de la posguerra europea (y que se produjeron en Argentina) adoptaron ventanillas con un curioso sistema de apertura.
La economía de los países europeos luego de la Segunda Guerra Mundial fue tan austera que algunos modelos económicos recurrieron a soluciones para ahorrar costos en cada parte de su carrocería.
Aunque los VW Beetle o Fiat 600 siempre ofrecieron ventanillas tradicionales, los Citroën 2CV y Renault 4 producidos en Francia (y luego en la Argentina) se valieron de diferentes sistemas para que los pasajeros delanteros pudieran abrir sus ventanas.
Ambas estaban partidas a la mitad, pero la del 2CV tenía un corte horizontal y la del R4 uno vertical. Así, la del Citroën levantaba su parte inferior, plegándose con la superior, y la del Renault era corrediza, algo que se repetía atrás (como también tuvieron el Ami 8 y el Dauphine, pero solo en las puertas traseras).
Pese a que ambos modelos estiraron su vida comercial mucho más de lo pensado y ganaron diferentes rediseños, jamás cambiaron estos sistemas, algo que ni siquiera modificó IES cuando relanzó el 3CV como Super América en 1987. Y eso que el ingeniero Sal-Lari metió mano en el chasis, la caja y hasta el parabrisas (ver más).
El Citroën 2CV arrancó su producción en Argentina en 1960, luego fue reemplazado por el 3CV (ver más) y luego de la retirada de la marca francesa, IES lo fabricó (como 3CV, América y Súper América) hasta 1989 (ver más). El Renault 4 arrancó en 1963 (en tiempos de IKA) y finalizó su producción en 1986 (ver historia).
Aunque hubo otros ejemplos en Europa, en Argentina estos dos modelos franceses fueron los únicos (al menos producidos en gran serie) que no ofrecieron la tradicional ventanilla que se escondiera en las puertas delanteras. Otra solución que quedó en el olvido.
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Sergio
1 junio, 2024, 9:12 amExcelentes ambas soluciones económicas. Excelentes ambos autos económicos
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