Una huelga de los trabajadores de Ibama, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente, podría poner en jaque a la industria automotriz argentina, que tiene en Brasil al principal destino de su producción.

La huelga comenzó en enero y no se ha solucionado, lo que provocó un parate en la aprobación de las licencias medioambientales de los modelos importados que ingresan al país.

Hasta ahora, las exportaciones argentinas seguían su curso normal, pero pocas de esas unidades llegaron a las concesionarias brasileñas. Hoy, con más de dos meses de huelga, hay 30.000 unidades alojadas en las dependencias de Ibama, tanto de Argentina como de otros países que exportan a Brasil.

Si el conflicto continúa y ese número no comienza a reducirse, es probable que las plantas argentinas tengan que adecuar los planes productivos para las próximas semanas.

“Ya está afectando a muchas terminales argentinas” le comentaron fuentes nacionales a AutoWeb. El sitio brasileño Auto Esporte, en tanto, comentó hace unos días que un concesionario Peugeot admitió poseer “tan solo el 10% de los 208 que habitualmente tiene a la venta“, debido a este conflicto.