Lanzado en 2020, la octava generación del Golf está estrenando su primer rediseño en Europa. Lo hace con las habituales siluetas hatch de cinco puertas y familiar.

Los cambios estéticos son leves, con nuevos faros y paragolpes. Una de las novedades es que además de la parrilla iluminada, se puede pedir con iluminación del logo frontal.

Por dentro se renueva el sistema multimedia (en tamaño de 10 o 13 pulgadas) y se dejan de lado algunos comandos táctiles para regresar a los botones tradicionales.

La gama de motores es extensa, con versiones a nafta, híbrida ligera, híbrida enchufable y diesel, pero ya sin el 1.0 turbo de entrada de gama. El nafta 1.5 y diesel 2.0 dan la misma potencia (115 o 150 CV) y los 2.0 nafta dan 204 (normal o ligero), 265 (GTI) o 272 CV (GTE). Luego habrá un GTI Sport y un R, con potencias no reveladas.

Las cajas pueden ser manual de seis o DSG de seis o siete marchas. La tracción integral solo estará disponible en el 2.0 TSI y el 2.0 R. Ambos GT crecieron en potencia y alcanzas cifras nunca antes vistas (hasta este rediseño entregaban 245 CV). Además, el GTE puede circular 100 km en modo eléctrico.

Pese a las mejores condiciones para importar, no está previsto que este Golf (que ya no se produce en México y se hace en Alemania) llegue a la Argentina, al menos en una primera etapa.