De fines de 2013 para acá, la oferta de hatch compactos se redujo a menos de la mitad. Buscamos las razones y te traemos el listado de ayer y hoy.
Por Martín Simacourbe
Por los SUV, por la baja en ventas, por las restricciones, por la seguridad… motivos hay muchos, pero lo cierto es que los clientes que antes tenían un montón de posibilidades para subirse a su primer 0km, hoy cuentan con apenas un puñado de opciones.
Basta ir a ver las listas de precios de hace una década para comprobarlo: en noviembre de 2013 había nada menos que 22 opciones, únicamente contando los hatch que se producía en el continente. Diez años después, solo hay 10 opciones regionales a la venta, sin contar a los sedanes, que también vieron recortada su oferta.
El listado de hace diez años es el siguiente: Fiat tenía 5 opciones (Uno, Nuevo Uno, Palio, Nuevo Palio y Punto), Chevrolet 4 (Celta, Agile, Onix y Sonic), Ford 3 (Ka, Fiesta One y Fiesta Kinetic), Volkswagen 3 (Gol Power, Gol Trend y Fox/CrossFox), Peugeot 2 (207 Compact y 208), Renault 2 (Clio y Sandero/Stepway), Citroën 1 (C3), Nissan 1 (March) y Toyota 1 (Etios).
Hoy, tras la salida del Argo (ver más), quedan solo 10: 2 de Chevrolet (Joy y Onix), 2 de VW (Polo y Nivus), 1 de Citroën (C3), 1 de Fiat (Pulse), 1 de Kia (Rio), 1 de Peugeot (208), 1 de Renault (Sandero/Stepway) y 1 de Toyota (Yaris).
Para colmo, dos de estos son lo que las propias marcas denominan SUV, pero en realidad son hatch con espíritu aventurero: hablamos de Pulse y Nivus, una categoría en la que también entrará el futuro Kardian (ver más).
¿Razones? La principal hay que buscarla en los volúmenes de venta. En 2013, Brasil había vendido 3,6 millones de vehículos y Argentina más de 900 mil (nuestro récord), es decir, unos 4,5 millones entre ambos, cifra que este año llegará apenas a los 2,5 millones en conjunto.
Así, en esos tiempos había una multiplicidad de oferta que es insostenible hoy, con dos generaciones conviviendo sin problemas, como el caso de los Uno, Palio, Celta/Onix, Fiesta, Gol, 207/208 y Clio/Sandero. Era tal la demanda que los que debían retirarse seguían atrayendo clientes, con precios muy tentadores, algo que solo mantiene General Motors en estos días con la dupla Joy/Onix.
Los números en baja hicieron que la rentabilidad (siempre pequeña en los autos más económicos) se pusiera en tela de juicio, sobre todo en Brasil, donde varias terminales reacomodaron la oferta, racionalizaron sus gamas y apostaron por segmento de mayor valor.
Otro elemento que también se encargó de “limpiar” la oferta de autos chicos fueron las distintas obligaciones en seguridad que debieron atender las terminales. Primero con el doble airbag y ABS y luego con el ESP, fueron varios los modelos antiguos que debieron retirarse de una buena vez.
Y el último golpe lo dieron los SUV, aunque creo que esto no afectó tanto a la oferta, ya que si bien en 2013 no existían los Renegade, Kicks, 2008, Captur o T-Cross, ya estaban los Tracker, EcoSport y Duster, además de monovolúmenes como Spin, C3 Aircross, Idea y Fit, que no impedían la multiplicidad de hatchs compactos que teníamos.
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