Después de cinco años, el modelo de entrada de Tesla renueva su imagen con una nueva trompa. Los motores eléctricos ofrecen más autonomía.
Tesla acaba de presentar su rediseño más importante desde que lanzó el Roadster en 2008, al menos desde lo estético. Todos sus modelos se iban actualizando sin variar mucho la estética, pero este renovado Model 3 tiene cambios importantes.
Aunque sigue sin ofrecer una parrilla, la mirada se actualiza gracias a la nueva forma del paragolpes (ya sin faros antiniebla) y nuevas ópticas de menor tamaño. También son diferentes las luces traseras y el nombre de la marca toma el lugar del logo en el portón.
En el interior se mantiene el estilo minimalista con la pantalla táctil central de 15″ como eje de todas las funciones, más allá de unos pocos botones en el volante. Incluso la conexión de las marcas se hace a través del sistema multimedia. En la zona trasera hay otra pantalla de 8″.
No hay cambios en los motores eléctricos, pero sí en la autonomía. El de 283 CV y tracción trasera eleva su rango a 513 km y el de 351 CV, con dos motores y tracción integral, pasa a ofrecer 629 km. Estos números tienen que ver con la mejora aerodinámica del paragolpes y las nuevas llantas.
También hubo ajustes en la suspensión, el chasis, los asientos y el equipo de sonido. Lo más curioso es que todas estas actualizaciones se anunciaron para Europa, pero no para Estados Unidos, aunque seguramente falta poco para eso.
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