El Salón de Munich no logra igualar todavía lo que eran las citas de Frankfurt, pero aun así, tiene sus novedades. Mini lo aprovechó para presentar oficialmente dos nuevos modelos que ya se habían visto en varias imágenes.

El hatch, que toma el nombre Cooper para todas sus versiones, se mostró con su nueva carrocería, la cual si bien mantiene el estilo clásico, cambia como nunca antes desde la tutela de BMW, con nuevos faros traseros y un renovado interior.

Puertas adentro, el Mini deja de lado el tablero tradicional detrás del volante para aglutinar todos los comandos e informaciones en una pantalla OLED circular de 9″ en el centro de la plancha.

Los motores eléctricos ofrecerán 184 y 218 CV, con autonomías de 300 y 400 km, respectivamente. Se dice que la versión cinco puertas mantendrá el motor a combustión en algunos mercados, pero no es algo seguro.

El nuevo Mini dejará de ser producido en Inglaterra y pasará a hacerlo en China (algo similar a lo ocurrido con la marca Smart) por Great Wall, que firmó un convenio con BMW.

Por su parte, el Countryman cambia más de tamaño que de aspecto, aunque esta generación adopta un estilo más rectangular por donde se lo mire.

Basado en la plataforma del X1, el SUV de Mini crece 13 cm de largo para posicionarse entre los medianos, dejando al futuro Aceman eléctrico en entre los SUV compactos.

Por dentro, el estilo será idéntico al del hatch, pero con el mayor tamaño mejora el espacio en las plazas traseras y brinda un baúl de 460 litros.

A los motores eléctricos de 201 y 309 CV (este último con tracción integral), se le suman los tradicionales a combustión con 167, 215 y 296 CV. También estarán disponibles aquí las versiones con tracción integral.