La apertura de las importaciones de automóviles que hizo la última dictadura a fines de los años setenta y comienzos de los ochenta trajo, entre muchas otras innovaciones, la caja de cinco marchas.

La industria nacional tardó un poco en reaccionar, pero a comienzos de 1982 y de la mano de Sevel, Fiat fue la primera marca en producir automóviles en la Argentina con esa característica.

El excelente blog Archivo de Autos (ver más), que tiene justamente un amplio registro de muchas de las cosas que fueron sucediendo en nuestra industria, detalla que el primer modelo nacional con caja de quinta fue el Fiat 125 Mirafiori, la actualización del clásico 125 que se había lanzado en 1980.

A los pocos meses llegó el turno del Fiat Super Europa (una evolución del Europa, que a su vez lo era del 128) y luego el resto de los modelos de la italiana (147) y de Peugeot (504 y 505).

También lo sumaron después los Renault 18, Ford Taunus, Volkswagen Gacel y muchos otros que habían nacido con caja de cuatro marchas. Era tan significativo el cambio, que la mayoría (por no decir todos) hacían alusión a la novedad con alguna insignia (en general 5V) y hasta la coupé del Taunus pasó a llamarse SP5.