Nos subimos a la versión 2023 del Volkswagen Taos producido en Pacheco, que suma equipamientos interesantes sin cambiar la estética.
Por Martín Simacourbe
Fotos: M.O, M.A. y Prensa VW
Con apenas una actualización de equipamiento, Volkswagen comenzó a vender en enero la versión 2023 del Taos, el SUV que lanzara al mercado argentino en mayo de 2021 (ver más).
Cómo ya tuvimos oportunidad de probarlo un mes después y no hubo cambios en la motorización (ver prueba), te traemos únicamente un contacto con las novedades y un refresco de todo lo que ofrece y le falta al único SUV mediano producido en la Argentina.
Por fuera no hay modificaciones. La versión Hero dejó de ofrecerse y en su lugar está esta Bitono, que como su nombre lo indica, está disponible con techo y espejos en negro, aunque perdió las llantas oscurecidas. El único color de carrocería disponible es el blanco, una combinación que al fin de cuentas le queda muy bien.
Por dentro, la novedad está en la renovación de los controles, denominados capacitivos, tanto en los brazos del volante como en el climatizador. Estéticamente, están logrados, pero la funcionalidad no es la mejor, aunque lejos están de entorpecer la maniobra. El tema es que al tener una única superficie lisa, más de una vez hay que estar mirando lo que uno presiona, algo que no ocurre tanto cuando hay botones tradicionales, con algún tipo de relieve.
Podrás decir que soy un poco quisquilloso, pero hasta la propia marca se dio cuenta y, la innovación, ya fue retirada en Europa. Un digno caso para la sección “Soluciones olvidadas” (ver más).
Las otras novedades están en el listado de equipamiento, con dos elementos que el Taos original no ofrecía. Uno es de seguridad y se trata del mantenimiento de carril, un dispositivo que muchos rivales ya traen y que se agrega al control crucero adaptativo y la frenada autónoma, que sí tenía el modelo de VW desde un comienzo.
El funcionamiento es bueno para evitar que el vehículo se salga del carril, pero no tanto para mantenerlo, ya que no tiene centrado como si ofrece la Bronco Sport full (ver prueba), por ejemplo. Es muy bueno para la ruta, pero no tanto en una autopista, debido a que reacciona una vez pisada la línea que delimita el carril.
El otro es el estacionamiento asistido, un chiche que se valora solo en algunas situaciones, pero que siempre es bienvenido. El funcionamiento, tanto para dejarlo perpendicular o a 90 grados, es eficiente.
El resto, como decíamos, no muestra sorpresas, y eso es algo bueno porque, en general, el Taos es un modelo que entrega un elevado agrado de uso y un buen muy aprovechado espacio interior.
El motor es el eficiente 1.4 TSI de 150 CV y 250 Nm, uno de los mejores que hay en todo el mercado argentino. Acelera en poco más de 9 segundos y recupera en casi 7, lo que habla a las claras de una respuesta contundente. La caja de seis marchas es rápida y acompaña bien la disponibilidad de un torque que aparece pronto y sin retrasos.
Los consumos son austeros en rutas y autopistas, con casi 6 l/100 km a 100 km/h y 7,5 a 130 km/h. En ciudad, como le suele pasar a estos SUV pesados, está cerca de los 11 l/100 km, una cifra elevada.
El comportamiento es, cómo en todo VW, muy equilibrado, con un acertado ajuste de las suspensiones, tanto para llevarlo a buena velocidad en rutas como para moverse en el día a día en la ciudad. Además, frena bien, con 39 metros para detenerse de 100 km/h a 0.
La única crítica pasa por el rodado de 18 pulgadas y unos neumáticos de perfil un tanto bajo que, en varias circunstancias, se hacen notar, sobre todo en nuestras castigadas arterias.
En cuanto a la vida a bordo, la posición de manejo es buena, el espacio trasero y de baúl es impecable, pero la quinta plaza es dura (con un túnel central demasiado inmersivo) y pese a que (tras utilizar las primeras unidades) nos comentaron que era algo pasajero, el chiflete que deja entrar el parabrisas a más de 100 km/h no ha mermado. Pareciera algo simple, pero VW no ha dado en el clavo y tira abajo una terminación que, salvo algunos plásticos muy puntuales, es correcta.
Con respecto al precio, es inútil hacer una evaluación, ya que casi todos los SUV medianos está topeados antes de entrar a la segunda escala del impuesto al lujo, en torno a los 18 millones de pesos.
El Taos Bitono cuesta 18.209.250 pesos, un valor cercano al de los Chevrolet Equinox, Citroën C5 Aircross, Ford Bronco Sport, Honda CR-V, Nissan X-Trail, Peugeot 3008, Renault Koleos. Solo el Toyota Corolla Cross se ubica claramente por debajo, a 15.5 millones (con una versión híbrida un millón más cara).
Con buena disponibilidad de entrega gracias a la producción local, el Taos aparece como una opción tentadora para subirse pronto a un SUV que ofrece mucho equilibrio entre su desempeño general, las prestaciones y consumos, un espacio generoso y un equipamiento con casi todo lo necesario.
A favor
Agrado de uso
Nuevas ayudas a la conducción
Habitabilidad y baúl
En contra
Insonorización
Gama reducida
Auxilio temporal
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