La quinta generación del modelo que acá conocemos como Land Cruiser Prado estrena nuevo diseño y el motor híbrido que llevará nuestra Hilux.
La historia del Land Cruiser se remonta a 1951, cuando Toyota empezó a utilizar esta denominación en su versión del Jeep, una vez que la marca americana registró el nombre.
Durante años el Land Cruiser fue la versión por excelencia entre los todo terreno de la marca y su legado continúa hasta hoy con el Land Cruiser 300 que se renovó hace un par de años y ya se vende en la Argentina (ver más).
Sin embargo, en 1990, Toyota creó una línea del Land Cruiser por debajo del original al que, en los mercados en los que conviven, como el nuestro, se denomina Prado.
Esta nueva generación llega tras 14 años de permanencia de la anterior, con muchas novedades dada la antigüedad que arrastraba, y que van desde la dirección eléctrica hasta las ayudas a la conducción, son olvidar un tablero digital y una pantalla táctil de buen tamaño.
El diseño estrena muchos ángulos y líneas rectas al mejor estilo retro. Incluso, además de las versiones con faros rectangulares, hay versiones con ópticas circulares. Por dentro se repiten las líneas duras.
Este Land Cruiser (oficialmente aun no se llama Prado, ya que fue lanzado en mercados donde no está su hermano mayor), tiene medidas diferentes que el anterior. Mide 4,92 metros de largo (8 cm más), 1,98 de ancho (9 menos), 1,87 de alto (2 más) y 2,85 entre ejes (6 más).
Utiliza, como el Land Cruiser 300, el chasis de largueros GA-F y tendrá disponible versiones con 5 y 7 plazas. No se espera que haya un 3 puertas como tuvo el anterior, hasta 2020.
El uso todo terreno está garantizado por la tracción integral permanente con alta y baja, gestión de terrenos, bloqueo de diferencial central y trasero, barra estabilizadora delantera desconectable y hasta una cámara que permite ver el suelo desde el interior.
El motor para Estados Unidos será el naftero 2.4 turbo de 326 CV, con caja automática de ocho marchas. Para Europa, y seguramente para acá cuando llegue, será el 2.8 turbodiesel de 204 CV que lleva aquí la Hilux GR-Sport. Luego habrá un híbrido ligero sobre este propulsor, que también debería adoptar nuestra Hilux en algún momento.
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