Por Martín Simacourbe
Fotos: Prensa Renault y M.S.

Con dos años y medio de recorrido, la Renault Alaskan comenzó a sumar nuevas versiones a la gama. Las últimas en incorporarse fueron las automáticas de media gama, con el equipamiento Intens, tanto en la opción 4×2 como en la 4×4.

La primera era la verdadera novedad, ya que la combinación no había estado disponible en ninguna versión, pero nos tocó en suerte la 4×4, que ya habíamos manejado en la Iconic (ver prueba) y en la serie especial Outsider (ver contacto). También probamos la base con motor de 160 CV (ver más).

Es por eso que no vamos a ser reiterativos con muchas de las cosas que ya hemos comentado de la unión del 2.3 biturbo de 190 CV con la tracción integral, una combinación que es de las más satisfactorias del mercado de las pick ups, tanto por prestaciones como por el desempeño off road.

Nos vamos a centrar en qué hay en el mercado de pick ups automáticas 4×4. Y como la presencia de las AT se ha extendido, casi todas tienen una opción similar a la Intens si es que no vamos por la full.

S10 tiene la LTZ (200 CV), la nueva Ranger la XLS V6 (250 CV) o la XLT (210 CV), Hilux la SRV (204 CV) y Amarok la Comfortline V6 (250 CV). En Frontier no hay una XE con esta combinación (sí hay X-Gear por debajo y Platinum por encima).

Alaskan queda detrás de las V6 de Ranger o Amarok por potencia y por debajo de las S10 (con frenado autónomo) o Ranger (frenado y carril) por seguridad. Por suerte, el modelo de Renault sumó en toda la gama los seis airbags que ya son norma en el segmento y que antes de esta renovación de gama era uno de los faltantes principales.

Pese a no ser full, la Intens mantiene la barra San Antonio, la protección de caja y los estribos laterales. Los ahorros están adentro, pero son muy lógicos para una opción en el corazón de la gama: el acceso y arranque es con la llave y no hay asientos calefaccionados o con cuero, cámara 360°, butaca eléctrica, techo corredizo y lona marítima.

La estética es la conocida, solo que en esta Intens aparecen las llantas de 16″ con neumáticos de uso mixto, una gran ventaja a la hora de ponerse a trabajar en condiciones que están fuera de lo ideal.

Después es la Alaskan de siempre, con cosas buenas, como una estética que sigue siendo atractiva, o cosas malas, como un interior pasado de moda, con una calidad que está dentro del promedio del segmento.

Fuera de lo estético, lo mejor está en el agrado de uso, con un motor de buena respuesta y un elevado confort de marcha gracias a la configuración de la suspensión trasera (que también se valora en terrenos desparejos) y estos neumáticos de buen perfil que se bancan casi cualquier maltrato. No tener el mejor de los consumos y una dirección de respuesta lenta quedan en la columna del debe.

El precio que hay que pagar por subirse a esta Intens AT 4×4 es de 17.229.900 pesos, unos 600.000 más que la Intens 4×4 manual, 800.000 menos que la Iconic 4×4 AT y casi 2 millones más que la Intens AT 4×2.

Es un precio competitivo frente a los 16.6 millones que hay que abonar por la S10 LTZ, los 17.7 de la Amarok Comfortline, los 18.2 de la Hilux SRV y los 18.6 de la Ranger XLT.

Lo mejor es que, aprobación de Nissan mediante (es quien la fabrica), la Alaskan ya tiene una de las opciones más buscadas del mercado de las pick ups: caja automática, pero sin estar obligado a pagar la opción más completa.

A favor
Confort de marcha
Solidez general
Comportamiento off road

En contra
Interior antiguo 
Dirección lenta
Sin levas al volante