Es uno de los autos más producidos de la Argentina, pero también fue todo un ícono en Francia. Su lanzamiento estaba pensado para junio de 1968, pero los acontecimientos del “mayo francés” postergaron su salida hasta septiembre.

Se presentó como un moderno sedán, dibujado por Pininfarina, que dejaba atrás las antiguas líneas del 404. Su éxito no solo se dio entre el público, sino también en la prensa, que lo elogió como Auto del Año europeo en 1969, año en que llegó a la Argentina de la mano de SAFRAR.

En el país se posicionó casi como un auto de lujo gracias al prestigio de la marca y el amplio equipamiento. Además tenía un confort de marcha envidiable.

Al sedán le siguieron los Coupe y Cabriolet, que poseía su propio diseño y recién en 1971 apareció la familiar, que podía llevar hasta 8 pasajeros (aquí llegó en 1979). La última carrocería, la pick up, fue lanzada en Europa en 1972 y en la Argentina en 1981.

Tanto en el Viejo Continente como en la Argentina hubo una única generación, pero en 1983, ya de la mano de Sevel, comenzaron los restyling de importancia para mantenerlo vigente, al mismo tiempo que dejaba de producirse en Europa, tras la llegada en 1979 del 505.

Los paragolpes plásticos y las nuevas ópticas traseras refrescaron un diseño con casi 15 años de vida. En 1987, los paragolpes se sumaron a la nueva moda y adoptaron un diseño envolvente, al tiempo que el portapatentes trasero se posicionaba en el paragolpes.

Una nueva modificación, en 1990, cambió radicalmente el diseño de la cola, con nuevas luces horizontales y un rediseño total del interior, elementos que se mantuvieron hasta el final de la producción en 1999, cuando Peugeot ya se había hecho nuevamente cargo de la filial argentina.

Totalizó casi 500.000 unidades producidas entre las plantas de Berazategui y El Palomar y tiene el récord de permanencia ininterrumpida en el mercado nacional.

Sin embargo, el mítico modelo de Peugeot se siguió produciendo en Africa y permaneció a la venta en Nigeria hasta 2010.