Puede que no recuerdes a los prototipos de la serie experimental C111 que Mercedes-Benz creó en las décadas de los sesenta y setenta. Con ellos, la marca alemana innovó en el diseño, la motorización y el chasis.

Con ese espíritu, Mercedes-Benz ha creado el Vision One-Eleven, esta vez con un motor eléctrico de alto rendimiento, creado por la empresa británica Yasa, que fue adquirida por Mercedes en 2021.

El C111 original, de 1969, tenía un motor Wanke, puertas al estilo alas de gaviota y pintura naranja, algo que repitió en el segundo prototipo en 1970. Luego apareció otro con motor diesel y un cuarto, en 1979, con un biturbo V8.

El One-Eleven toma mucho de la estética de aquellos y también innova con la motorización. Esta vez es eléctrico, con motores que utilizan flujo axial (uno por cada rueda posterior) en vez de radial, que es el que tienen la mayoría de los modelos eléctricos, salvo algunos híbridos en Ferrari y McLaren. Sin embargo, Mercedes no declaró qué potencia erogan estos motores.

La ventaja de estos motores es producir la misma potencia con un tamaño mucho menor. Además, utiliza una batería de celdas cilíndricas refrigeradas por líquido, algo heredado de los vehículos de Fórmula Uno.

Con solo 1,17 metros de alto, el One-Eleven evoca al C111 por todas partes, con los zócalos negros, la trompa baja y los faros antiniebla circulares, que ahora forman parte de una parrilla iluminada que puede emitir mensajes, algo que se repite en la zona trasera.

Ese panel informativo es similar al que tiene el conductor por detrás del volante y que ocupa todo el ancho del habitáculo, apoyado por una pantalla táctil central. La conducción es muy baja, como en un auto de Fórmula Uno, pero con respaldos regulables.

Pero como el One-Eleven también permite la conducción autónoma, hay un modo denominado salón, con una postura más cómoda y retrasada, algo impensado en un deportivo de altas prestaciones.