Las nuevas patentes del Mercosur fueron pensadas para todos los integrantes de este bloque. Debutaron en Uruguay en marzo de 2015, llegaron a la Argentina en abril de 2016 y acaban de aparecer en Brasil, mientras se espera que Paraguay también inicie el cambio este mismo año.

Pero las placas brasileñas tienen varios cambios con respecto a las argentinas, que en muchos casos nos preguntamos por qué no fueron adoptados por aquí.

El primero que envidiamos es en torno a la seguridad. En Brasil, las antiguas patentes llevaban un chip (es imposible ver un vehículo circulando sin este dispositivo) que ahora será reemplazado por un código QR que dificulta la duplicación y permite el rastreo.

Otra diferencia es que al costado de la numeración, los municipios brasileños colocarán su nombre y logotipo, algo similar a lo que ocurre actualmente, donde el nombre de la ciudad y el estado se visualizan en lo alto de la patente.

Esto fue eliminado de las matrículas argentinas en 1995, cuando debutaron las de tres letras y tres números en reemplazo de las que incluían la inicial de la provincia y un número de hasta siete digitos.

Justamente la correlatividad de números y letras es distinto, aunque la cantidad de cada uno de ellos sea igual y por lo tanto la disponibilidad total del sistema, de 456.976.000 de posibilidades.

Mientras en la Argentina se utiliza la combinación AA 000 AA, en Brasil será AAA 0A 00.

Otra novedad, que también se pensó para nuestro país pero finalmente no fue aplicada es la diferente coloración de los números y letras (como ocurría hasta ahora en Brasil pero con el fondo de la patente). Así, los particulares utilizarán caracteres negros, los comerciales rojos, los especiales verdes, los oficiales azules, los diplomáticos amarillo y los coleccionistas plateado.