Hace tres años, la dueña de Saab desarrolló un eléctrico sobre la base de 9-3 que nunca salió al mercado, pero que recién ahora se da a conocer.
Hace poco más de una década, Saab parecía tomar un rumbo definitivo tras un sinfín de fracasos de venta por parte de General Motors. La empresa NEVS se hizo cargo de los activos y volvió a producir unidades en Suecia.
Sin embargo, los problemas subsistieron y al poco tiempo, Saab entró en un receso que al fin y al cabo se convirtió en el final que nadie quería, pero todos esperaban.
Cuando Evergrande, de capitales chinos, compró la mayoría del paquete accionario de NEVS, nada convenció a los nuevos dueños de reflotar la mítica marca sueca.
Pese a todo, NEVS siguió desarrollando proyectos con lo que quedaba de Saab y uno de ellos fue el Emily GT, un sedán de atractivas líneas que la publicación Auto Motor und Sport probó en exclusiva.
Producido en histórica la planta de Trollhätan, el Emily GT muestra a simple vista la herencia de Saab en sus líneas, pero no lleva el logo de la sueca por ningún lado. El sedán cuenta con un motor eléctrico por rueda, con una potencia no declarada. Y su rendimiento fue probado con éxito en las pistas de prueba de Volvo.
La pandemia retrasó el desarrollo final del proyecto y, como una maldición, el heredero de Saab tampoco vio la luz. Pero en NEVS aun están esperanzados en que alguna marca que busque un eléctrico para sus filas lo tenga en cuenta para una futura comercialización.
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