A poco más de cinco años de su lanzamiento en la Argentina, el Tiguan Allspace presenta su rediseño más importante, el cual también trae novedades en la gama y el equipamiento.

A nivel estético, el producto importado de México gana nuevos faros, parrilla (con el renovado logo de VW) y paragolpes en el frente. Atrás, el nombre Tiguan pasa a estar en el centro del portón y, por dentro, hay nuevo volante, pantalla táctil y comandos de la climatización, manteniendo la habitual configuración de siete plazas.

La nueva gama contempla solo una opción, con el motor 2.0 turbo de 220 CV y 350 Nm (desaparece el 1.4 de 150 CV), acompañado de la caja DSG de doble embrague y siete marchas y la tracción integral permanente (ver prueba).

La versión se denomina Life y es similar a la Highline en cuanto al contenido. La ganancia más importante son las ayudas a la conducción que suma, con control crucero adaptativo y frenado de emergencia. Sin embargo, pierde el estacionamiento asistido y el techo panorámico, en tanto las llantas pasan de ser de 18″ a 17″.

El equipamiento se completa con seis airbags, detector de fatiga, climatizador de tres zonas, tapizado de cuero con calefacción, butaca eléctrica, freno eléctrico con auto hold, auxilio temporal, pantalla tactil de 8″ con cámara, sensor de estacionamiento delantero y trasero, tablero digital, cargador inalámbrico, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y encendido automático de luces.

El precio de esta versión Life es de 13.990.000 pesos, un valor topeado antes de la segunda escala del impuesto interno (la última Highline costaba más de 20 millones).

Como rivales con siete plazas, el Tiguan Allspace encuentra a los Jetour X70 y Peugeot 5008, aunque también puede hacerlo con la multitud de medianos que se ofrece con solo dos filas de asientos.