Gracias a un aporte del estado británico, de unos 13 millones de dólares, Toyota desarrolló una Hilux alimentada a pila de combustible con el fin de estudiar la aplicación de esta tecnología en vehículos comerciales.

Si bien el uso de hidrógeno está muy asociado como combustible para motores eléctricos, como en el caso del Toyota Mirai (ver contacto en la Argentina), la marca japonesa ya ha desarrollado modelos a combustión con esta tecnología (ver más).

Si bien la marca no aclaró que tipo de motorización utiliza esta Hilux, la transparencia difundida por Toyota deja en claro que bajo el capot sigue existiendo un motor convencional. La novedad son los depósitos de hidrógeno bajo los asientos.

El uso de hidrógeno es impulsado por el estado británico para encontrar alternativas a los motores eléctricos en algunas áreas de difícil acceso. Por eso, el programa también incluye tractores impulsados por desechos agrícolas.