Como muchas otras startups, hay que ver cómo termina el sueño de Drako, la automotriz californiana que piensa producir el Dragon en 2026. La empresa ya puso a la venta la primera tanda, que prevé un total de 5.000 unidades anuales, a un precio de 290.000 dólares.

El Dragon es un enorme SUV de 5,05 metros de largo, 2,05 de ancho y 1,60 de alto. El diseño de Lowie Vermeersch contempla unas amplias puertas alas de gaviota que dan un fácil acceso a las cuatro plazas interiores gracias a la ausencia del pilar central.

Como muchos otros eléctricos, apenas tiene un pequeño instrumental, ausencia de comandos físicos (salvo en el volante) y una gran pantalla táctil central, esta vez de 17″. En los laterales se pueden visualizar las cámaras que reemplazan a los espejos.

Pero lo más sorprendente es su poder mecánico. Lleva cuatro motores eléctricos capaces de generar 2.028 CV, lo que le brinda una aceleración de 0 a 100 km/h de 1,9 segundos. La velocidad máxima supera los 320 km/h.

El chasis es de fibra de carbono, mientras que la carrocería cuenta con partes plásticas y de fibras naturales. Así, su peso se establece en 2.254 kilos y la autonomía alcanza los 676 km.

Con ruedas de 23″, tracción integral y una altura variable en tres posiciones (16, 21 y 31 cm), el Dragon puede atravesar casi cualquier terreno gracias a su devastadora potencia.