Es cierto que el mercado argentino, hoy por hoy, no es demasiado representativo del éxito o fracaso de una carrocería. Pero lo cierto es que mientras los compactos siguen siendo los modelos más vendidos (Cronos y 208 encabezan el ranking) hay una sangría en la oferta de este segmento.

Sin contar a los Up, Kwid, QQ y demás modelos del segmento A, el segmento B ha tenido un drástico recorte en los últimos cinco años, con casi una veintena de modelos que dejaron nuestro mercado sin un reemplazante directo.

En números, se han ido algunos más, pero aquí no vamos a contar aquellos que, pese a su partida, no dejaron a la marca sin presencia en el segmento. Podemos mencionar entre ellos a los Chevrolet Cobalt, Nissan V-Drive o los VW Gol y Voyage.

También es cierto que antes del boom de los SUV/crossover, llegó a haber una sobrepoblación de compactos en nuestro mercado. Marcas como Chevrolet, Fiat, Ford, Nissan, Peugeot, Renault, Toyota y Volkswagen (es decir, casi todas las que cortan el bacalao), en algún momento ofrecieron más de un modelo en el segmento B, algo que continúa hasta hoy, pero únicamente en Chevrolet (con los Joy y Onix) y Toyota (con Etios y Yaris).

En prácticamente todos los casos, la decisión final no tuvo que ver con el mercado argentino, aunque hay ejemplos en que la filial local tomó la decisión. Anotamos al Hyundai Grand i10, que se siguió ofreciendo en otros mercados, pero aquí desapareció a causa de las restricciones a los importados; al Honda Fit, que tuvo su reemplazo en Brasil con el City (ver más) y en otros mercados con la nueva generación, pero aquí no llegó ninguno; y al Nissan March, que también fue discontinuado en Brasil, pero se sigue haciendo en México (ver más).

En el resto, el motivo estuvo en su mercado de origen. El mejor ejemplo es el de Ford, que cerró sus fábricas en Brasil y así cortó de cuajo la presencia de los Ka y Fiesta (el sedán de este último llegaba de México, pero su producción también fue detenida). Algo similar sucedió con el Fiat Uno (que combatía en su propia marca con Mobi y Argo), el Volkswagen Fox (si bien el Nivus podría ser tomado como un reemplazante) y el Nissan Note mexicano.

Pero la cuestión no es solo sudamericana. El recorte de compactos se está dando en todo el mundo y por eso en estos últimos cinco años nos quedamos sin modelos europeos como los Alfa Romeo Mito, DS 3 y los Citroën C-Elysee y Peugeot 301. También desaparecieron modelos chinos como los Chery Fulwin, Geely 515 y Lifan X50.

El panorama de cara al futuro no es muy alentador. Si bien la llegada del nuevo Citroën C3 avivó una llama que se viene apagando, tanto Fiat como Volkswagen le quitaron atractivos a los Argo y Polo con los últimos rediseños en pos de que el cliente se vaya para el lado de los crossover. Es algo que seguramente replicará Renault en algún momento y que Toyota también podría tener entre manos debido a la antigüedad de Etios y Yaris.