A fines de los años cincuenta, el histórico Jeep que había servido en la guerra se había transformado en un vehículo multipropósito, aunque seguía siendo un tanto tosco para algunas tareas.

Fue así que surgieron varias ideas para reunir en un mismo modelo la capacidad off road, la versatilidad de carga y también el confort de marcha. International, con el Scout (ver más), fue pionera en ese concepto que luego tomo Ford para la primera Bronco (ver más).

Pero, en paralelo, por supuesto que Kaiser, la dueña de Jeep, no se iba a quedar de brazos cruzados. Incluso, la compañía fue un paso más allá y desarrolló un modelo apoyado en un chasis monocasco, algo impensado para la época.

Para ello se asoció con Renault, una alianza que se daría años más tarde (en 1979 la francesa se quedó con AMC, por entonces dueña de Jeep), pero que en ese tiempo solo tenía lazos en Argentina, donde IKA ensamblaba modelos del rombo.

No sabemos si IKA tuvo algo que ver, pero el desarrollo del Model H, como se lo denominó internamente, pasó lejos de Argentina. Se utilizó la base del Renault 16, que saldría al mercado en 1965, del cual se tomaba el chasis y la mecánica, mientras que Jeep aportaba el sistema de tracción integral.

La familia estaría compuesta de una pick up, una rural con techo removible (la de la foto), un descapotable y un furgón, una propuesta similar a la que tuvieron tanto el Scout como el Bronco.

Sin conocer las razones, el proyecto conjunto no llegó a buen puerto, aunque Jeep no desistió de la idea. En 1967, pero en soledad, sacó al mercado el Jeespter Commando (ver foto de abajo), que mantuvo todas las opciones de carrocería, salvo la utilitaria.

Además de la clásica planta de Ohio, el modelo se produjo también en una serie limitada en España. Ya en 1972 y vendido solo como Commando, el modelo presentó una renovada estética (ver última foto), sin variar el concepto con el cual había sido creado.