Finalmente, la versión eléctrica del XC90 ha llegado. Si bien hay algunas diferencias en el diseño, el tamaño y, sobre todo, el uso del 90 en el nombre, delatan a las claras su posicionamiento.

Con respecto al SUV a combustión, EX90 muestra cambios en la trompa, con nuevos faros y ausencia de parrilla, mientras que por detrás también hay nuevas luces y un portón más limpio gracias a que el portapatente pasó al paragolpes. Las luces al costado de la luneta continúan, pero ya no forman parte del mismo con conjunto de las principales.

El cambio más profundo se ve adentro. Ahora hay dos pantallas, una pequeña horizontal que oficia de tablero y una enorme vertical, táctil y de 14″, para las principales funciones. No hay otros comandos (salvo la selectora circular y los brazos en la columna), ni siquiera en el volante.

La motorización de este siete plazas será de dos eléctricos, que ofrecen 517 CV, 910 Nm y tracción integral. La autonomía homologada es de 600 km. El sistema de carga es bidireccional, es decir que podrá entregar electricidad a una casa y otros automóviles.

El equipamiento ofrece faros con proyección de imágenes y un sensor Lidar que puede detectar objetos hasta 250 metros en la noche y se une a otros cinco radares, ocho cámaras y 16 sensores de ultrasonido.

El modelo será producido en China y Estados Unidos y será el segundo modelo 100 por ciento eléctrico de la marca, luego del C40 (ver más), una versión basada en el XC40.