Hace casi un año, BMW mostró el prototipo de XM, que llegará a la producción a comienzos de 2023 con pocas diferencias y el mismo nombre, denominación que tuvo el Citroën vendido entre 1989 y 2000 y por el que las marcas ya se pusieron de acuerdo.

El M será el primer modelo propio de la división deportiva desde la aparición del M1 en 1978. Luego, el sello M se aplicó a muchos modelos de la gama convencional de BMW.

En cuanto a diseño, el XM respeta lo visto en el prototipo, aunque cambian ligeramente los paragolpes, la parrilla (que tiene un marco led) y, fuertemente, los faros posteriores. Además, mantiene un aplique en otro color por debajo de la línea de cintura.

El XM mide 5,11 metros de largo, 2,01 de ancho y 1,76 de alto, medidas similares a las del X7, aunque casi 10 cm más bajo. Las llantas pueden ser de 21, 22 o 23 pulgadas.

Por dentro también hay cambios con respecto al prototipo, con una plancha más clásica, pero se mantiene el formato de la única pantalla que aglutina el tablero digital y la multimedia. Tiene capacidad para cinco pasajeros y un baúl de 527 litros.

El motor de la versión que estará inicialmente a la venta en Europa y Estados Unidos (se fabricará en la planta de Spartaburg, en Carolina del Sur) es una híbrida enchufable que une el V8 de 4,4 litros y 489 CV con un eléctrico de 197 CV para dar 653 CV y 800 Nm. 

Luego aparecerá otro híbrido que rondaría los 750 CV y 1000 Nm gracias a un naftero de 585 CV y el eléctrico de 197 CV. Al igual que el anterior, tiene tracción y dirección en las cuatro ruedas. Otros equipamientos serán una suspensión de dureza variable, barras estabilizadoras activas.