El año pasado, Opel se convirtió en una de las empresas del Grupo PSA (Peugeot, Citroën y DS) luego de 88 años bajo el ala de General Motors. Por eso se esperaba con impaciencia cómo se vería el primer diseño de la marca, si bien se trata de un prototipo.

El GT X Experimental es un SUV con diseño deportivo y propulsión eléctrica que mide apenas 4,06 metros de largo y posee llantas de 17″.

Pese a los nuevos aires, hay una clara continuidad con el GT Concept de 2016, que era una coupé deportiva que tenía reminiscencias con el primer prototipo de Opel, creado en 1965 y que, curiosamente, se llamaba Experimental GT.

El trazo que nace por encima del pasarruedas y continúa por sobre de las ventanillas ya había sido utilizado en el GT de 2016, pero la trompa es totalmente nueva.

En el frente del GT X los faros se integran con la parrilla y el logo (también el del portón) queda iluminado por ledes, una tendencia que parece llega para quedarse en varias marcas.

Además, la nervadura del capot, ambos faros diurnos y una mueca por debajo de la parrilla crean una suerte de brújula con los cuatro puntos cardinales, lo que podría ser la nueva firma estética de la marca en el futuro.

Como buen prototipo, no hay espejos retrovisores o manijas de puerta y éstas se abren hacia los laterales de la carrocería, mostrando un interior sin pilar central.

En el interior no hay comandos. Todo se aglutina en una enorme pantalla que integra el instrumental y la consola central. También se ve un volante de diseño retro y cuatro butacas individuales.

Sobre la motorización no hubo muchas precisiones, pero se sabe que es puramente eléctrico y que utilizará carga por inducción. También se puede utilizar en forma autónoma del nivel 3.