DISEÑO/ESTILO
En lo estético no hay grandes cambios con respecto al full: desaparece la pintura bitono, los antiniebla y algunos cromados y las llantas son una pulgada más chica. Pero lo que distingue al Pulse sigue estando presente, como ser las barras de techo o las protecciones plásticas.

Pese a este rodado, el Pulse nos dio la misma sensación que antes: con detalles, le termina envidiando poco, al menos en el porte, a los SUV compactos. Eso se da más que nada por el cambio de inclinación y volumen del capot, los muy voluminosos pasarruedas y el mayor despeje.

La trompa es bien llamativa, con nuevas luces, parrilla y paragolpes, que lo corren definitivamente de la estética de Argo y Cronos. Es el mismo diseño frontal que llevará el Fastback, aunque en el sector trasero sean bien diferentes.

INTERIOR/CONFORT
Adentro también hay muchas novedades si se lo compara con el diseño de Argo y Cronos, algo en lo que, por ejemplo, el Nivus no innova, ya que repite lo mismo de Polo y Virtus.

La plancha es totalmente nueva, con comandos renovados y una terminación bien presentada, aunque la insonorización no es la mejor y algunos plásticos no tengan la misma calidad de otros.

Con respecto al full hay algunos cambios, como por ejemplo el tablero tradicional (el otro es enteramente digital), que tiene fácil lectura y una compu central donde hay varias informaciones. Para mi gusto hay mucha rayita en el diseño, pero no dificulta el acceso a la información.

Algunas cosas buenas que mantiene son la pantalla táctil y elementos no tan comunes para una entrada de gama, como control crucero, climatizador automático y cargador inalámbrico. Pierde el acceso y arranque sin llave, los sensores de estacionamiento (mantiene la cámara), luz y lluvia y el tapizado de cuero.

La posición de manejo es elevada, pero cómoda, pese a que el volante en esta versión no regula en profundidad, un ahorro clásico de la industria Mercosur. Atrás no descolla en cuanto a espacio y eso tiene que ver con su origen hatch, algo que le juega en contra ante los SUV que fueron pensados desde cero.

El baúl declarado es de 364 litros, pero es idéntico al de 300 del Argo (cambió la medición). Debajo, pese a que las titulares tienen un rodado “popular”, también aparece un auxilio temporal.

MOTOR/PRESTACIONES
Acá está el gran cambio, porque el moderno 1.0 tricilíndrico turbo de 120 CV y 200 Nm está reservado a la versión Impetus. El Drive se contenta con el 1.3 aspirado de 99 CV y 127 Nm, que ya conocemos en Argo, Cronos y hasta el discontinuado Uno.

Es un motor sencillo, de solo dos válvulas por cilindro, que no se destaca por sus prestaciones, pero que sí es económico en su mantenimiento y tiene consumos contenidos, sobre todo en ruta.

Contra el Cronos manual que probamos en su momento (ver más), las prestaciones fueron similares (12,5 segundos en aceleración), con una recuperación con la caja automática de poco más de 9 segundos, valores que quedan claramente por detrás del 1.0 turbo.

Sin embargo, fue más eficiente en los consumos, sobre todo en ruta, donde apenas demandó poco más de 5 l/100 km. Los 7,5 en autopistas y los 9,5 en ciudad, son valores moderados, pero similares a los del turbo, con 21 CV menos de potencia.

Con respecto a sus competidores, esta versión automática no encuentra muchos rivales: el Stepway ya no ofrece la CVT, mientras que el Nivus tiene una versión comparable por potencia, pero solo con caja manual, mientras que la automática, con 116 CV, gasta algo menos.

COMPORTAMIENTO
Sin las prestaciones del 1.0, que tampoco son las de un deportivo, el Pulse Drive, sobre todo en esta versión CVT, está pensado para sufrir lo menos posible la ardua tarea de pasar horas al volante en el devenir diario.

Es un auto cómodo, maniobrable, sólido y con una caja que va en sintonía, porque aunque no es de las más rápidas, es suave en el pasaje de los siete cambios prefijados.

El selector permite pasarlos manualmente, pero no tiene las levas que acompañan al 1.0, aunque sí la tecla Sport, que apenas modifica algunos parámetros como el régimen al que cambian las marchas.

En ruta es predecible y si se lo exige acompaña sin miedos, incluso con mayor capacidad para tomar una curva que un Argo o un Cronos. En ciudad le viene bien el caucho generoso de esta versión con llantas de 15″ y sale airoso de cunetas, lomos de burro y demás.

Y también se le anima, gracias a ese interesante despeje, a algún caminito de tierra o asfalto desparejo. Mantiene el e-Locker para algún barrito puntual, pero no más que eso.

SEGURIDAD
Se sabe, hoy por hoy una de las variables de precio es la seguridad y no es extraño que al Drive le falten elementos que pusieron al Impetus como uno de los mejores exponentes de su clase: frenado autónomo y mantenimiento de carril. Seguramente pronto habrá alguna terminal que se la juegue y brinde estos elementos en toda la gama.

El resto está por encima de la ley, ya que ofrece cuatro airbags (como Stepway), pero por debajo de los seis de Nivus (a mayor precio). Con respecto al full, también pierde los antiniebla delanteros.

En cuanto a frenos, estiró apenas las cifras, pero manteniéndose dentro de los parámetros de los modelos Mercosur, aunque es cierto que varios están bajando de los 40 metros.

Y pese a que ya van varios meses de comercialización en Brasil, el modelo sigue sin tener un test de impacto por parte de Latin NCAP. No debería haber demasiados cambios contra lo visto en Argo, pero habrá que esperar los resultados.

PRECIO/COMPETENCIA
Con precios de agosto, el Pulse Drive CVT cuesta 4.057.600 pesos. Son 267 mil pesos más que el manual y 162 mil menos que el 1.0 (un valor ficticio porque este último está topeado antes del impuesto).

El Stepway (manual) vale entre 3.7 y 4.0 millones y si bien tiene más potencia (115 CV) no le gana en equipamiento. El Nivus 170 (también manual) es otro que está topeado, mientras que el Comfortline 200 ya se pasa de los 6 millones, ambos con menor dotación de confort.

Es muy probable que el Pulse Drive tampoco te lo cobren 4 millones y tengas que poner buen dinero encima para llevártelo, pero tirar un estimado depende del concesionario, el stock y, muchas veces, de tu usado.

También es cierto que el éxito del modelo (por lo novedoso) y su fuerte demanda inicial, hace que sus compradores sean presa fácil de la avaricia del concesionario. Por eso, hay que estar muy atento a lo que te pidan por esta versión y por sus alternativas.

El mercado de los crossover no es amplio (también está el Chery Tiggo 2), pero hay muchos SUV de entrada que podrían compararse con este Pulse, como los C4 Cactus, EcoSport, Kicks, 2008, Duster y T-Cross. Todos tienen más potencia y espacio interior que este Pulse 1.3, pero seguramente ninguno baja, en la calle, de los 5 millones.

Está en vos saber cuáles son tus necesidades y lo que vale tu dinero. En tiempos normales nos jugaríamos más acerca de lo ventajoso (o no) de ir por una versión que resigna elementos a cambio de un precio más accesible. Pero hoy, nos declaramos incompetentes.