Cuando Aston Martin hizo una versión del Toyota más pequeño

Cuando Aston Martin hizo una versión del Toyota más pequeño

Hace 10 años, Aston Martin sacó al mercado un tipo de automóvil que jamás había producido: un clon del Toyota iQ, con tres metros de largo.

En 2012, la normativa europea de emisiones se endureció lo suficiente como para que las marcas con deportivos de altas prestaciones tuvieran que hacer algunos malabares.

Las que no contaban con el paraguas de un grupo con otras automotrices (como Ferrari con Fiat o Lamborghini con Volkswagen, por ejemplo) tuvieron que recurrir a otras recetas para que las emisiones totales de la compañía se posicionaran en un promedio que impidiera multas.

Así, Aston Martin se asoció con Toyota para producir una variante del iQ con el logo de la inglesa, pero sin muchos más cambios que los estéticos. Se trataba del primer modelo de la marca británica con tan solo 3 metros de largo.

Lógicamente, Aston Martin no tocó nada bajo el capot para mantener el eficiente consumo de combustible y las bajas emisiones del modelo de Toyota. El Cygnet llevaba el 1.3 naftero de 98 CV (el iQ tenía también un 1.0 de 68 CV) unido a una caja manual de seis marchas o una CVT.

Los retoques estéticos pasaron por la adopción de la clásica parrilla de la marca, unos apliques a los costados de los faros para acompañar esa parrilla y unas nuevas luces traseras que invadían el portón.

Por dentro los cambios pasaron más por los materiales empleados, que por el diseño, que tuvo pocas alteraciones. Cuero, plásticos de mejor terminación y algunos pocos nuevos comandos aparecieron en este extraño Aston Martin.

Lo que no cambió fueron las cuatro plazas disponibles, con una capacidad de baúl simbólica de solo 32 litros, que se podía ampliar si no se utilizaban las plazas traseras.

También mantenía el buen nivel de equipamiento, sobre todo de seguridad, con nueve airbags (contando uno en la luneta y otro bajo el cojín del acompañante) y el control de estabilidad, que no era tan común en esos tiempos en autos chicos.

Sin embargo, para ser un Aston Martin, la dotación de confort era demasiado simple. Si bien el iQ no era barato (costaba más que el Aygo, por ejemplo), el Cygnet valía tres veces más, siendo el auto más caro de ese tamaño, incluso por encima del Smart Brabus.

De todos modos, la automotriz británica no lo produjo para obtener un éxito comercial y apenas se vendió entre 2011 y 2013, principalmente en las islas británicas, aunque también llegó al continente europeo.

El iQ había aparecido en 2009 y sobrevivió hasta 2014, mientras que la variante norteamericana, con el logo de la desaparecida Scion (ver más), se vendió entre 2012 y 2015.

Autoweb
ADMINISTRATOR
PROFILE

Noticias Relacionadas

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked with *