Las restricciones a los modelos importados y la aparición de un SUV nacional cambiaron notablemente la torta del segmento en el último tiempo.
A la par de un crecimiento sostenido en los últimos ocho años, la venta de SUV en el mercado argentino también viene sufriendo, como pocos, la realidad de nuestro particular mercado.
El crecimiento es notable: en 2014, los SUV representaban algo más del 8 por ciento del mercado, mientras que para este 2022 se estima llegarán a cerca del 23 por ciento.
Las razones son el propio aumento de la oferta en todos los segmentos, junto con la caída, y desaparición en algunos casos, de otros, como el de las berlinas medianas o el de las rurales.
Si vamos a las unidades en sí, 2018 marcó el récord, con casi 120 mil unidades, mientras que para este año se espera no superen las 90 mil, algo que coincide con la baja general del mercado.
Pero si desglosamos el segmento SUV, vemos que lo que fue un total dominio de los compactos hasta 2020 comenzó a ceder terreno a partir del año pasado.
La explicación es simple: todos los SUV y derivados del segmento compacto llegan importados (la enorme mayoría lo hace de Brasil) y la única que importa casi sin ninguna restricción (Toyota) no tiene presencia en este nicho.
Sin embargo, en el segmento mediano, las cosas son diferentes. Si bien la cantidad de importados nuevamente es grande, Toyota sí tiene presencia, lo que redundó en una explosión de las ventas del Corolla Cross, que pese a su precio (mayor que el de cualquier compacto) es el SUV más vendido del año.
En paralelo está la llegada del Volkswagen Taos, el único SUV nacional. El de Pacheco ya se estableció como el segundo SUV más vendido del mercado, incluso teniendo precios por encima del Corolla Cross.
En tanto, el segmento superior se sostiene básicamente con la venta de la Toyota SW4, otro producto nacional con buena penetración, pero lejos de los puestos de vanguardia.
Para 2023 no se esperan grandes cambios. Es cierto que General Motors ya inició la producción de la Tracker en Alvear, pero hay que ver cuántas unidades destina al mercado argentino, aunque sin dudas la disponibilidad será mayor a la actual.
Por otra parte, Fiat crecerá en el segmento con el ya exitoso Pulse y la llegada del Fastback, mientras que el Cactus cederá terreno al nuevo C3 (en términos de volumen de importación) y desaparecerá la EcoSport.
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