En las calles y caminos de Mendoza comprobamos la evolución de los medianos nacionales. Probamos los 408 THP manual y 308 HDi manual.
Por Gastón Vanini, enviado especial a Mendoza
En el marco del lanzamiento en Argentina de los renovados Peugeot 308 y 408, AutoWeb pudo tomar contacto con una unidad de cada modelo, con el objetivo de comenzar a conocer a los nuevos exponentes nacionales que la casa francesa produce en la planta bonaerense de El Palomar.
Durante la prueba de manejo en Mendoza, nos tocó en suerte una unidad del 308 Feline (full) con motor 1.6 HDi de 115 CV en combinación con la nueva caja manual de seis marchas, y un 408 Allure Plus 1.6 THP con 163 CV y la misma transmisión.
Con el objetivo puesto en lo que no se ve, emprendimos viaje desde el centro mendocino hacia la zona de Tupungato y Potrerillos, alternando visitas por diferentes y pintorescas bodegas de la provincia.
Los cambios de la carrocería se encuentran principalmente en el sector frontal, donde los 308 y 408 recibieron el último look de Peugeot. Está conformado por una parrilla hexagonal con el León en el centro, ópticas “felinas” (oscuras en el 308 full) y paragolpes de nuevo diseño y luces LED integradas en sus extremos. Se trata de un conjunto que agrada y le brinda aire fresco a unas siluetas que continúan estando vigentes.
En la zona trasera cuentan con ópticas con la misma tecnología y hay un renovado paragolpes en el caso del sedán. Las llantas de aleación de las unidades evaluadas son nuevas y con 17 pulgadas, además de contar con diseños diferenciados según el modelo.
Los Peugeot 308 y 408 también proponen un habitáculo parcialmente renovado, ya que ha mantenido el diseño general del panel de a bordo, pero con nuevo volante, cambios en la presentación del tablero y una pantalla color de 7 pulgadas que ahora es más práctica por ser táctil y estar en la consola central.
Los asientos poseen nueva estructura, agradable tapizado mixto cuero/tela en el 408 y una superficie “durita” ideal para los trayectos largos. Asimismo, el diseño del cojín evita que el cuerpo se deslice durante frenadas bruscas.
El trazado proponía rutas en buen estado y no tanto, ideal para comprobar los cambios en la suspensión trasera, que a priori prometía ser más confortable. Efectivamente, ahora transmite menos las irregularidades del camino, dejando atrás la marcada sequedad posterior del modelo original.
A pesar de dicho cambio, ambos modelos mantienen la firmeza en las suspensiones, lo cual les permite destacarse en el comportamiento dinámico, algo que pusimos a prueba en los caminos con curvas y contracurvas de las montañas mendocinas. Ese es uno de los sellos de ambos modelos, que ahora suman un mejor equilibrio con el confort.
En el manejo veloz por ese tipo de trazados se suma el discreto balanceo de la carrocería, y se disfruta la precisión con la que trabaja la dirección de tacto “durito”, que transmite lo que sucede en las ruedas delanteras con neumáticos Michelin en medida 225/45 con llantas de 17 pulgadas. Peugeot también ha mejorado la insonorización del habitáculo, lo que es bienvenido a la hora de encarar viajes en ruta, ámbito en el que ambos modelos se sienten muy cómodos.
Una vez más pudimos experimentar las bondades del motor naftero 1.6 THP (turbo e inyección directa), un motor que antes estaba reservado solo para las versiones Sport de ambos modelos. Con una evolución que le permite respetar la norma Euro 6, mantiene los 163 caballos y muestra su eficiencia con buena entrega desde bajas rpm, empujando con decisión y brindando una gran agilidad gracias a sus 24,5 kgm de torque a sólo 1400 rpm.
Se lleva de maravillas con la nueva caja manual “MCM”, ya que antes se vendía sólo automático. Se trata de la misma transmisión que llevan los productos importados de la marca, y que se caracteriza por contar con seis marchas y un selector con pasajes de cambios precisos y relativamente cortos. En el 408 THP, permite viajar a 130 km/h a unas 3000 rpm.
Esta caja también es la responsable de optimizar el funcionamiento y la eficiencia del motor diésel 1.6 HDI, el cual probamos en el 308 Feline. Con 115 caballos y 24,5 kgm de torque, se muestra ágil y la sexta marcha le permite girar a unas 2500 rpm cuando el auto va lanzado a 130 km/h.
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