Durante el evento de lanzamiento de la nueva Toyota SW4, en Cañuelas, pudimos tomar el primer contacto con el nuevo modelo nacional, que se caracteriza por contar con un estilo y propio y exclusividades en cuanto al equipamiento y la mecánica respecto a la flamante Hilux.

El breve test drive se realizó en una pista off road creada en la misma estancia “Puesto Viejo” y con caminos de tierra en mal estado pero sin barro, incluyendo además un sector con una generosa pendiente para probar los controles electrónicos del SUV.

El nuevo diseño le permite lucir moderna y atractiva, con una clara diferenciación respecto a la nueva Hilux, lanzada a fines del mes de noviembre. Además, cuenta con detalles cromados que la hacen más lujosa y con luces altas y bajas con tecnología LED (diodos luminosos), mientras que el portón trasero le dio la bienvenida a un accionamiento automático que se realiza con solo tocar una tecla exterior para abrirlo u otra interior para cerrarlo.

En el interior también recurre a un estilo propio, con una nueva plancha con superficie superior de materiales rígidos (similar al de la pick up) y pantalla táctil de 7″ también con estilo exclusivo, además de ofrecer detalles en símil madera y zonas blandas tapizadas en cuero.

El espacio en las plazas delanteras y de la segunda fila es abundante, mientras que el asiento de la última cuenta con la posibilidad de reclinar el respaldo para ganar comodidad durante viajes largos. Asimismo, la tercera fila de asientos es limitada, ideal para niños, además de repetir el sistema de rebatido del modelo saliente.

El circuito off road (liviano) de la estancia permitió conocer las aptitudes del modelo, básicamente en caminos de tierra desparejos, donde combina la robustez del chasis -de largueros- específico (es diferente al de la Hilux) con la nueva suspensión trasera con eje rígido y cuatro brazos, con lo que promete mayor confort de marcha y menos “saltos” en lo desparejo.

El motor 2.8/16v con turbocompresor de geometría variable e inyección common rail empuja con decisión desde bajas revoluciones (tiene el torque máximo de 45,4 kgm entre 1.600 y 2.400 rpm) y se escucha muy poco en el habitáculo gracias a la mejorada insonorización.

La caja presente en la unidad que manejamos es la nueva automática con convertidor de par, seis velocidades y, como novedad en el modelo, con levas en el volante. En modo Drive (automático) ofrece un paso de cambios rápido, casi imperceptible, mientras que las levas suman una propuesta más deportiva, aunque con una marcada demora en la respuesta.

Con esta nueva generación, la tracción 4×4 sumó un sistema electrónico que permite elegir los modos H2, con tracción 4×2 a cargo del eje trasero, H4 con tracción 4×4 permanente, y L4, con tracción 4×4 continua y reducción de velocidades.

A la nueva SW4 la probamos en modo H4 en caminos en mal estado, lo que junto a los controles electrónicos (de tracción y estabilidad) brinda gran seguridad activa, junto con una lograda sensación robustez. En L4 encaramos una generosa pendiente que subió como un “tractor”, además de lucirse con la ayuda de arranque en pendientes y el control de descenso, que permite baja la pendiente en forma automática y a baja velocidad, sin necesidad de tocar los pedales.