Estrenado en Europa en 1980, la coupé del 18 llegó al año siguiente y en 1982 comenzó a producirse en Córdoba. Repasamos su rica historia en el país.
Hoy ya no sucede, pero durante décadas, ciertos modelos se hicieron tremendamente populares gracias a sus hazañas deportivas. La Fuego, con su destacadísima participación en el TC2000, es uno de ellos.
El modelo nació en Francia en 1980, como la coupé del 18, compartiendo su plataforma e interior, pero con un diseño muy novedoso gracias a su extensa luneta envolvente, la línea de cintura bien baja y la moldura que recorría el lateral y envolvía la cola. Reemplazaba a los 15 y 17 que partían de la base del 12.
Llegó en 1981 como importada y un año después comenzó a producirse en la planta de Santa Isabel, que pronto dejaría de fabricar al Torino, el anterior exponente deportivo de la marca. Arrancó con un 50 por ciento de integración nacional, que luego se extendió al 63 por ciento.
En el Viejo Continente nunca le terminó de ir muy bien en ventas (tampoco en Estados Unidos, ver más), pero en la Argentina se vio beneficiada por el cierre de las importaciones que se produjo luego de la Guerra de Malvinas. Con la Taunus GT como principal competidora, se adueñó del segmento de los deportivos nacionales.
La Fuego comenzó a venderse en la versión GTX con el motor 2.0 del 18, pero que gracias a algunas modificaciones entregaba 103 CV. La caja era manual de cinco marchas y después se agregó una automática de tres.
En 1985 adoptó dirección hidráulica, cambios en el diseño interior, nuevas llantas y colores para la carrocería. Dos años después, llegaría el motor 2.2 de 116 CV para darle pelea a la Sierra XR4, que había llegado en 1984 como reemplazante del Taunus.
La pelea en los concesionarios replicaba la que los fines de semana se daba en el TC2000, donde la Fuego debutó en 1985. La primera carrera la ganó Ernesto Bessone, pero el título llegaría de la mano de Juan María Traverso, con la preparación de Oreste Berta. Luego, Silvio Oltra, Miguel Angel Guerra y otras cinco veces Traverso, se coronaron con una Fuego.
A fines de 1988, la coupé introdujo fuertes cambios estéticos con la llegada de la GTA, que alineaba su diseño con el Alpine GTA europeo y también con el del 21, el reemplazante del 18.
Los paragolpes y la moldura lateral (ya sin acanalado) pasaron a ser color carrocería y la parrilla mostraba un nuevo diseño. Completaban el conjunto nuevas llantas y distintos aditamentos aerodinámicos.
La última actualización llegó con la GTA Max, que sumó potencia al 2.2 para llegar a 123 CV. En septiembre de 1992 se despidió de la planta de Santa Isabel con 19.952 unidades producidas y 10 años de éxito comercial y deportivo.
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Adolfo
28 julio, 2022, 12:51 pmQue pena es la desaparición de las coupé. Inolvidable la rivalidad con el Sierra.
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