Manejamos la nueva versión automática asociada al nivel de equipamiento más accesible del Chevrolet más vendido de la Argentina.
Por Martín Simacourbe
Fotos: M.O.
Hace unas semanas, Chevrolet amplió la cantidad de versiones disponibles en el Cruze que produce en la planta santafesina de Alvear. A la gama se sumaron las opciones RS, Midnight y LT AT (ver más). Esta última fue la que entró a nuestro garage por una semana para comprobar una vez las bondades de uno de los pocos sobrevivientes del mercado entre las berlinas medianas.
Gracias a su origen, la disponibilidad del Cruze en el mercado es bastante amplia, algo que Chevrolet potencia con la llegada de estas tres versiones, que se suman a las LT manual, LTZ AT y Premier AT ya existentes, tanto en la silueta sedán como en la hatchback, con un total de 10 opciones.
Del Cruze ya hemos hablado largo y tendido (ver prueba del hatch Premier) y sus bondades son conocidas, especialmente la motorización 1.4 turbo de 153 CV, que le permite ofrecer un muy buen desempeño.
La novedad es que a la versión de entrada se le sumó la cada vez más solicitada caja automática de seis marchas (de hecho el LT es el único manual de la gama). Se trata de una caja de correcto funcionamiento, aunque sin la posibilidad de pasar las marchas a través de levas al volante (sí por el comando secuencial).
Con este conjunto, el único disponible en toda la gama, acelera en menos de 9 segundos y recupera en menos de 6, cifras que lo ponen entre los más veloces de su clase. El consumo es contenido a velocidades constantes, con poco más de 6 l/100 km en ruta y poco menos de 8 en autopistas, siendo el urbano, con casi 11, el menos eficiente.
Otra de las grandes virtudes del Cruze es el comportamiento dinámico, con un logrado equilibrio entre la demanda diaria y la exigencia en ruta, elemento este que lo pone por encima de varios SUV compactos de precio similar.
Por su parte, una de las contras del producto de GM está en su bajo nivel de actualización. Con ya seis años en el mercado, la estética apenas ha cambiado, algo que tampoco se le achaca demasiado, porque sus líneas siguen siendo atractivas.
Sin embargo, en el interior, el paso de los años comienza a notarse. A un diseño algo pasado de moda, la pantalla táctil, por ejemplo, se ve un tanto pequeña (si bien funciona correctamente) y los lugares para dejar objetos no sobran. El instrumental también merecería una actualización pero, nuevamente, no hay críticas en cuanto a la información que brinda.
En cuanto a equipamiento, el LT se defiende bien sabiendo que estamos ante un entrada de gama. Los seis airbags y el ESP ya no son novedad, pero también ofrece control crucero, tapizado de cuero, llantas de aleación, cámara y sensor de estacionamiento.
Elementos como otros sensores hay que buscarlos en las versiones intermedias y para encontrar las ayudas a la conducción hay que ir hasta el tope de gama. Quizás la falta de frenado autónomo, algo disponible en modelos del segmento inferior (en sus versiones full), es lo más criticable.
En cuanto a espacio interior, salvo por una quinta plaza algo incómoda, el Cruze brinda buen espacio para una familia tipo, con el plus de un baúl de 440 litros en esta carrocería. La posición de manejo es muy buena, siendo uno de los puntos más valorados a la hora de contrastar su permanencia en el mercado ante la ofensiva SUV.
Ya sin C4 Lounge y 408 (ver más) ni tampoco Civic, al Cruze le quedan pocos rivales directos. Encontrar un Kia Cerato ($3.6 millones) es complicado y algo similar pasa con el Volkswagen Vento ($ 6.8 millones), así que la lucha es contra los Nissan Sentra y Toyota Corolla, que además también ofrecen una gama con varias opciones.
La entrada de gama de Sentra (que ya viene con frenado autónomo) cuesta 3.641.800 pesos y la de Corolla, 3.604.000, con lo cual los 3.586.900 pesos que cuesta este Crize LT AT suenan bastante lógicos.
Lo que no es lógico es que tanto manual como automático, por el tema del impuesto, cuesten igual (lo mismo pasa en Sentra). Así que, como ocurre en casi todos los casos, preparate para que el concesionario te pida un número por encima o rebaje tu usado lo suficiente como para llegar al número que lo haga feliz.
En todo caso, el Cruze sigue siendo una muy buena alternativa a los que se resisten a subirse a un SUV o pick up. Con virtudes bien ganadas y la diferencia que hoy hace la producción nacional, es el vehículo de Chevrolet, por lejos, más vendido de la Argentina.
A favor
Amplitud de la gama
Motorización y prestaciones
Espacio interior y baúl
En contra
Sin levas al volante
Precio incierto
Auxilio temporal
1 Comment
Ezequiel
30 marzo, 2022, 9:57 pmEs un señor auto.
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