Que una marca presente un prototipo no es ninguna novedad, pero que rediseñe uno ya existente no es para nada común. Es lo que hizo DS con el E-Tense, ahora denominada E-Tense Performance, que toma como base el concept mostrado por primera vez en 2016.

A seis años de aquél (ver última foto), DS mantiene el espíritu original de la carrocería deportiva biplaza, de solo dos puertas y con características como la falta de luneta. El primero medía 4,75 metros de largo, mientras que del nuevo no se difundieron medidas.

Lo que cambia por completo es la trompa: parrilla (ahora con el logo iluminado y con efecto 3D), faros y hasta la firma lumínica de las luces diurnas, anticipando (como lo hizo el E-Tense original) los rasgos que adoptarán los futuros modelos de la marca.

Pero como buen rediseño, el lateral (salvo las llantas en diseño y tamaño, antes 20″, ahora 21″) y la cola, apenas muestra retoques. Esta vez DS no mostró el interior del nuevo E-tense, como para ver si hay novedades allí.

La motorización también es nueva, pero sigue siendo eléctrica. Antes ofrecía 402 CV (sin demasiadas especificaciones) y ahora, gracias a dos motores que también le brindan una inédita tracción integral, llega a 815 CV.

Así, la aceleración de 0 a 100 km/h bajó de 4,3 a solo 2 segundos, cifras similares a las logradas por el monoplaza de Fórmula E, donde DS tuvo una destacada participación.

Otra novedad es que si bien el E-Tense equipa unos frenos convencionales, podría prescindir de ellos gracias al enorme poder de la frenada regenerativa del sistema eléctrico.

Todo esto sirve como anticipo de lo que pronto tendrá DS (que no planea la aparición de un deportivo con este diseño). La marca ofrecerá desde 2024 solo modelos eléctricos y en 2025 eliminará, al menos en Europa, toda la oferta a combustión.