Si el bajón de ventas se confirma en el resto del año, por primera vez en el siglo la Argentina tendrá un mercado interno a la baja, pero con exportaciones en alza.
El economista Santiago Manoukian publicó en Ambito.com un interesante informe acerca de la disociación del mercado automotor argentino.
Si las últimas previsiones se cumplen, este año habrá una disminución de las ventas, pero en un contexto de crecimiento de la producción, algo que no se había dado durante este siglo.
En 2016 fue el otro año en el que ventas y producción no estuvieron en sintonía, pero fue justamente al revés: crecieron las ventas y bajó la producción.
Esto se da porque, en general, la Argentina y Brasil muestran vaivenes similares en sus economías, mientras que este año Brasil está en alza y la Argentina ve el horizonte una nueva crisis.
El escenario no es tan malo para las automotrices radicadas en la Argentina, que ganarán dinero con las exportaciones a un dólar más conveniente que el de los últimos meses.
Sin embargo, si las cosas siguen así, tanto importadoras como concesionarias no recordarán a 2018 como un buen año.
A continuación, el texto publicado por Manoukian en Ambito.
Al igual que en 2016, este año tendría lugar una infrecuente divergencia en la performance relativa fabril-comercial.
No obstante, a diferencia de lo acontecido dos años atrás, en esta oportunidad se produciría en sentido inverso: cederían los patentamientos al tiempo que la evolución de la producción mostraría un signo positivo.
La dinámica predicha responde, en primer lugar, a un mercado interno que, si bien alcanzó un récord histórico en patentamientos en el primer semestre, encontró en junio un manifiesto punto de inflexión que condujo a un relevante ajuste en las proyecciones de cara a los meses venideros, resultando ello en previsiones de caída tras dos años de importantes crecimientos.
En segundo lugar, el plano externo, que continúa siendo el principal driver sectorial, luce con mayor solidez, merced a la diversificación de destinos de exportación, la recuperación en la demanda brasileña, mercado que recupera este año un share en las exportaciones en torno del 70%, junto con las perspectivas de maduración de proyectos de inversión.
El escenario de 2016 era distinto: la demanda local se recuperaba fuertemente, en virtud de un renovado mercado favorecido por precios de los autos que se movían por debajo de la inflación; normalización del flujo de importaciones que sobreestimularon la oferta y una mayor competencia mediante agresivas propuestas comerciales ante una baja base de comparación por demanda reprimida e insatisfecha.
En simultáneo, se registraba una menor demanda proveniente de Brasil producto de la recesión en la que se encontraba sumergido, mientras que aún no tenía lugar la diversificación en los destinos de exportación.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *