Pese a que solo tiene un modelo que se vende únicamente en Italia (el Ypsilon, lanzado hace una década), Lancia se mantuvo con vida dentro de la ex FCA gracias al impresionante éxito que cosecha en la península.

Con la llegada de Stellantis, se dudó mucho acerca de la continuidad de las marcas más desgastadas del grupo (Chrysler, Dodge y la propia Lancia), pero todas tendrán su oportunidad (ver más).

Lancia se enfocará en el diseño, la electrificación y la expansión fuera de Italia. Para ello ampliará la gama (que desde 2017 solo tiene al mencionado Ypsilon) con tres modelos.

Con Jean Pierre Ploué (diseñador del Twingo y el DS3, entre otros) a la cabeza del diseño, Lancia tendría la intención de lanzar un reemplazo del Ypsilon, además de un crossover compacto y otro hatch.

El primero debería llegar en 2024 y además de un motor naftero ofrecerá una variante eléctrica, algo que Stellantis ya tiene en los Fiat 500, Peugeot 208 y Opel Corsa.

En 2026 aparecerá el crossover que estará alimentado únicamente por un propulsor eléctrico. El tercer modelo aun aguarda la aprobación final dependiendo de los probables volúmenes de producción. De llegar, lo hará en 2027.

La última movida para rescatar a Lancia fue en 2011, cuando intercambió modelos con Chrysler. El rotundo fracaso llevó a Sergio Marchionne, el ex CEO de FCA, a limitar a la marca italiana a su país de origen.

Ese plan llevó a que los Ypsilon y Delta se vendieran con la marca americana, mientras que los 200, 300 y Town & Country lo hicieron como Lancia Flavia, Thema y Voyager, respectivamente.