La etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial trajo pobreza y miseria a la mayoría de las naciones europeas, pero también ideas geniales que surgieron de la necesidad.

Una de ellas fue la Vespa, que como otros tantos automóviles europeos de la época (Fiat 500, Citroën 2CV o el Volkswagen Beetle) nació como un producto espartano y sencillo con el único propósito de la movilidad. Sin embargo, su elegante diseño y su simplicidad la convirtieron pronto en un ícono de Italia y el mundo.

Piaggio, la empresa que le dio vida nació a fines del siglo XIX. Produjo barcos, trenes y aviones, pero de los escombros de su fábrica tras la victoria aliada, comenzó la idea de una motocicleta.

Mucho de su diseño (pies apoyados en una estructura que protegía las piernas y se unía con el manillas, fue herencia de la aeronáutica. El motor ubicado detrás fue la idea precursora de los scooters actuales y el nombre, producto de su parecido con una avispa (vespa en italiano).

El primer modelo, el 98 (por su cilindrada), se presentó a fines de abril de 1946, dos años más tarde llegó la 125, que logró éxito en toda Europa.

Para 1952 había más de 50.000 clubes de fanáticos, pero si algo le faltaba al modelo, fue ser protagonista de “La princesa que quería vivir”, la deliciosa comedia de Audrey Hepburn y Gregory Peck ambientada en Roma.

Su modelo más vendido es la línea P (PX y luego PK), nacida en 1978, que suma la guantera frente al conductor, estrena una versión automática y hasta participa del Dakar.

La nueva generación llegó en 1996 con el ET4, con un motor de cuatro tiempos, pero la Vespa enfrentaba vientos de cambio. La guerra contra los scooter japoneses y un mal manejo de Fiat (la controlaba desde 1959) y otros dueños, le trajo dolores de cabeza hasta comienzos de este siglo.

En 2005, con el lanzamiento de la LX, Vespa volvió a la línea clásica, con la 946 como expresión máxima de su historia y la Elettrica, con una motorización acorde a estos tiempos.

Hoy, con más de 19 millones de unidades producidas, la Vespa sigue siendo un clásico en el mundo de las motocicletas, a 75 años de su creación.

La 125, basada en la 98, fue su primer gran éxito.

La comedia Roman Vacancy la llevó al estrellato.

Una Vespa Elestart, con arranque electrónico.

La línea P apareció en los setenta con un estilo modernizado.

La ET4 con motor de cuatro tiempos.

La nueva Primavera, con el estilo clásico.

Una Elettrica, símbolo de los nuevos tiempos.

Uno de los últimos lanzamientos, la 946.