Hyundai presentó oficialmente su primera pick up, la Santa Cruz. En Estados Unidos, donde será fabricada, inaugura un segmento que nosotros conocemos gracias a las Fiat Toro y Renault Duster Oroch.

La Santa Cruz toma la plataforma y diseño frontal de la nueva Tucson (ver más). Sus líneas son fluidas, cercanas a las de la Toro y bien diferentes a las de la Ford Maverick (ver más) que siguió un camino más cercano a las líneas duras que históricamente tuvieron las pick ups.

El espacio interior se ve reducido en las plazas traseras, mientras que para el conductor aparece una pantalla que oficia de tablero, pero con un diseño clásico. No hay ninguna imagen donde se pueda ver la plancha completa.

La caja también es compacta y tiene una capacidad de carga de unos 600 kilos, pero muestra algunas soluciones ingeniosas, como un baúl por debajo del piso con espacio, según la foto, para dos bolsos y poco más.

Hay dos motores de 2.5 litros nafteros disponibles para el mercado norteamericano. Uno, aspirado, tiene 190 CV de potencia y otro, turbo, alcanza 275 CV. Ambos se unen a una caja automática de ocho marchas, pero para el turbo es de doble embrague con levas al volante.

Ambas opciones se pueden pedir con tracción simple (delantera) o integral. El sistema de reparto es automático, pero se puede bloquear el diferencial central y ofrece control de descenso.

Su llegada al mercado nacional es complicada. Además de las reestricciones que existen hoy al mercado de los importados, la Santa Cruz deberá pagar el impuesto extrazona, lo que la haría poco competitiva contra las Toro y Oroch brasileñas y la Maverick mexicana, que sí va a llegar a la Argentina.