La marca con la que Renault competirá este año en la F1 tiene más de 65 años de historias y un puñado de modelos que vale la pena conocer.
Alpine será noticia este fin de semana cuando debute en la Fórmula Uno, pero la marca francesa existe desde hace mucho tiempo, incluso antes de ser parte de Renault.
Acá la conocimos por ser el apellido del R12 deportivo, en tiempos en que Alpine apenas tenía un modelo propio a la venta y se encargaba de crear versiones del rombo con mayor picante al que entregaban de fábrica.
La marca nació en 1954 y fue fundada por Jean Rédélé, dueño de una distribuidora Renault en el norte de Francia, que ganó algunas carreras con el 4CV en los alpes franceses (de ahí el nombre de su marca, que se pronuncia Alpín, no Alpain, como la de los equipos de audio).
En 1955, Rédélé creó el A106, un modelo con carrocería propia, pero basado mecánicamente en el Renault 4CV con el que corría. Esta coupé biplaza llevaba motor (de 0.7 litros) y tracción trasera.
En 1960, Alpine comienza a producir el A108, del cual se hicieron menos de 100 unidades. Con una línea diferente (existieron los coupé y cabrio), esta vez la base la tomaba del Renault Dauphine, con motores 0.8, 0.9 y 1.0 litros.
En 1962 apareció el A110, su modelo más famoso. Este biplaza (tuvo versiones 2+2 y cabrio) se apoyaba en el Renault 8 y llevó muchos motores, todos entre 1.0 y 1.8 litros. El modelo ganó el campeonato de rally de 1971 y 1973 y se vendió en Brasil como Willys Interlagos. Dejó de producirse en 1977 tras más de 7.000 unidades fabricadas.
Desarrollado íntegramente junto a Renault (con la que Alpine se había unido en 1965) el A310, de 1971, no estaba destinado solamente a los amantes de las carreras. Este 2+2 llevaba un motor trasero de 1.6 litros y luego el V6 2.7 desarrollado junto a Peugeot y Volvo. Se mantuvo a la venta hasta 1985, con algo más de 11.000 unidades producidas.
En la década del 70 aparecieron algunos Renault con el sello Alpine para remarcar su espíritu deportivo, pero eso no conformó a Rédélé, que renunció en 1978 a la empresa que había creado dos décadas atrás.
En 1985 apareció el GTA (Gran Turismo Alpine), una evolución del rediseño del A310 de 1981. Llevaba los V6 PRV (Peugeot, Renault y Volvo) de 2.5 turbo o 2.8 aspirado y se hicieron 6.500 unidades hasta 1991.
Ese año apareció el A610, que adoptaba las luces retráctiles del GTA vendido en Estados Unidos. Si bien mejoró mucho la calidad interior y llevaba motores PRV V6 de 3.0 litros, su parecido al anterior le jugó en contra. Fue dado de baja en 1995 con menos de 1.000 unidades producidas y con él la marca desapareció del mercado.
Sin embargo, 23 años después, se dio el regreso oficial de Alpine tras algunos prototipos. Volvió a utilizarse la denominación A110 como homenaje, pero esta vez en un modelo totalmente nuevo, con motor trasero central y del cual ya se han producido más de 7.000 unidades.
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Adolfo
25 marzo, 2021, 4:27 pmMuy buena nota.
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