La falta de dólares ha propiciado una penetración del auto argentino como nunca se ha visto desde que existe el intercambio de modelos dentro del Mercosur.

Con una industria varias veces más grande, los autos brasileños siempre fueron los más exitosos en nuestro mercado, incluso superando el 60 por ciento del total.

Pero desde la asunción de Alberto Fernández, el gobierno comenzó a trabar el ingreso de automóviles importados, incluso de poderoso vecino, y ni que hablar de los modelos extra Mercosur, que apenas superaron el 5 por ciento del mercado (incluso teniendo en cuenta los pocos que llegan de Colombia y México).

En enero, los automóviles producidos en la Argentina llegaron al 47,3 por ciento, apenas por debajo de los brasileños, que alcanzaron el 47,7 por ciento (ver todos los patentamientos).

Los nacionales mostraron incrementos notables si se hace la comparación con enero de 2020. Cronos aumentó 288 por ciento, SW4 233%, Cruze 120%, 208 104% (era brasileño en ese entonces), Frontier 100%, C4 Lounge 63%, Amarok 55%, Sprinter 51%, 308 48%, Ranger 35%, Hilux 33%, Kangoo 24%, Partner 20% y Berlingo 5%.

Solo Sandero y Logan se mostraron a la baja, con una caída de 4 y 12%, respectivamente, aunque la marca del rombo sumó ahora a la Alaskan, mejorando el total de unidades argentinas.