La palabra de Aiko Toyoda no es una más dentro de la industria automotriz. El nieto del fundador de Toyota es el actual presidente del gigante nipón.

Y el directivo salió con los tapones de punta contra la posibilidad de que el gobierno japonés prohiba la venta de automóviles a combustión a partir de 2035, como ya anunció Gran Bretaña o California.

Dijo que si Japón se apresura demasiado en prohibir los automóviles que funcionan con gasolina, “el modelo comercial actual de la industria automotriz se derrumbará“, lo que provocará la pérdida de millones de empleos.

En otro momento de la conferencia, Toyoda les habló directamente a los gobernantes: “Cuando los políticos están diciendo eliminemos todos los autos que usan gasolina, ¿entienden esto?”.

El directivo recordó que “cuantos más vehículos eléctricos construimos, peor se vuelve el dióxido de carbono”, debido a que la energía que demanda la producción de automóviles aun depende, en muchos países, del carbón o el gas natural.

Sin embargo, varios estudios van en contra de la opinión de Toyoda, señalando que no solo los autos son más limpios, sino también la generación de la energía que demandan las fábricas.

El presidente de Toyota pronosticó además un colapso si todos los autos se alimentaran en forma eléctrica. Aseguró que de ser así, Japón se quedaría sin luz en los veranos y que la inversión para actualizar la red demandará hasta 358 billones de dólares.

La automotriz japonesa es una de las referentes en modelos híbridos, pero aun no tiene un eléctrico a la venta fuera del mercado chino. Para 2030, la empresa espera comercializar 4.5 millones de híbridos y un millón de eléctricos.