Tres años después de su introducción en el mercado argentino, Jeep suma la variante turbodiesel a la gama del Compass, modelo que llega importado de Brasil.

El conjunto mecánico es conocido, es el mismo de Renegade y Toro, con un motor 2.0 de 170 CV, caja automática de nueve marchas y tracción integral.

La Compass diesel sale a competir en un nicho, con una oferta cada vez más reducida (ver más). Como rivales directos aparecen los Hyundai Tucson (2.0 158 CV) y Peugeot 3008 (2.0 150 CV).

El único equipamiento disponible es el tope de gama, Lmited Plus, que ofrece ayudas a la conducción como control crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de punto ciego, de cambio de carril y de tráfico cruzado y luces altas automáticas.

Completa la dotación los siete airbags, control de estabilidad, llantas de 19″, pintura bitono, faros de xenón, techo panorámico, tapizado de cuero, butaca y freno de mano eléctricos, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, pantalla táctil con cámara, asistente de estacionamiento y sensores de lluvia, luz y estacionamiento.

Junto con la llegada del diesel, el Compass dejó de ofrecer la versión de entrada Sport con caja manual y la Longitude Plus AT 4×4, ambas con el motor naftero 2.4 de 174 CV.

La gama queda con el Sport AT6 a 3.288.300 pesos, el Longitude AT6 a 3.785.100, el Limited Plus AT9 4×4 a 4.699.600 y el Limited Plus TD AT9 4×4 a 4.777.500 pesos.