Aunque fue difundido recién ayer, el 10 de octubre el Tatuara, un deportivo fabricado por la automotriz estadounidense SCC, consiguió el nuevo récord de velocidad para un automóvil de producción.

La cifra promedio registrada fue de 508,7 km/h y fue el resultado de dos pasadas realizadas en un tramos de casi 11 km de una carretera que fue debidamente cerrada en Pahrump, Nevada, Estados Unidos.

El Tatuara primero llegó a 484,5 km/h, pegó la vuelta y al regreso clavó 532,9 km/h para promediar los casi 509 km/h. La velocidad debió mantenerse por un minuto para que fuera homologada como récord por el Libro Guinness.

Los vientos cruzados mermaron  un poco el rendimiento del Tatuara a la hora de mantenerse derecho a semejante cifra. Oliver Webb, el piloto que estuvo al volante reconoció que “con mejores condiciones climáticas podríamos haber ido mas rápido”

El anterior registro, de 2017, era del deportivo sueco Koeningsegg Agera, con 447,2 km/h. Y pese a que el año pasado, un Bugatti Chiron logró quebrarlo, no fue homologado debido a que era un automóvil especialmente preparado girando en una pista de pruebas.

El SCC Tatuara es idéntico a cómo se presenta a la venta (de hecho esta unidad es de un particular) con un costo que ronda los 1.9 millones de dólares.

Lleva un motor V8 biturbo de 5.9 litros y 1.369 CV, aunque si se lo alimenta a E85 (un combustible con un corte de etanol bastante común en Estados Unidos y que alimentó al Tatuara en esta prueba) crece a 1.774 CV

Con un muy buen coeficiente de 0,28 Cx, el Tatuara tiene una caja manual robotizada de siete marchas y tracción a las ruedas traseras.